Dan consejos para un inicio de ciclo escolar saludable, en Durango
El inicio de un ciclo escolar también puede representar un desafío para niños y adolescentes que, de no tener el apoyo necesario, sufre el riesgo de detonar en un problema de salud mental; por lo que una especialista ofreció algunas alternativas para detectar signos de alerta y herramientas para actuar a tiempo.
Ana Terán, psicóloga, especialista y directora municipal de Salud Mental en Durango, describió el comienzo del año escolar como una “etapa de duelo”, especialmente para quienes cambian de escuela o grado.
“Es un proceso que todos vivimos, no solo los niños, sino también los adultos cuando cambiamos de trabajo”, explicó.
Aunque los niños suelen adaptarse con facilidad, el impacto emocional es puede variar.
La especialista enfatizó la importancia de manejar el estrés familiar durante los primeros días de clases, considerando que las primeras semanas pueden ser caóticas debido a las preocupaciones como gastos en uniformes, material escolar e inscripciones. Sin embargo, aconsejó enfrentar este periodo “con mucho amor”, centrándose en el crecimiento y la adaptación de los hijos.
Un punto crucial que Terán Torrecillas subrayó es cómo el estrés de los padres puede llegar a afectar a los niños. “Lo ven, lo sienten, y lo manifiestan”, advirtió.
Esta percepción puede traducirse en ansiedad infantil, especialmente cuando los niños observan a sus padres apresurados, estresados, irritables o molestos.
La adaptación a nuevos horarios y rutinas puede ser desafiante tanto para estudiantes como para maestros, requiriendo aproximadamente dos semanas para normalizarse.
Incluso resaltó la importancia que tiene cumplir el ciclo completo de sueño para el bienestar y rendimiento escolar. Para niños menores de seis años, recomendó un sueño profundo sin interrupciones de luz o dispositivos electrónicos; para niños mayores de seis años sugirió establecer una hora de dormir entre las siete y ocho de la noche, aunque reconoció que esto puede ser un reto para muchas familias.
“Si queremos que nuestros hijos aprendan, capten y manejen adecuadamente la ansiedad en el salón de clases, tenemos que trabajar con rutinas”, insistió Terán. La falta de sueño adecuado puede resultar en irritabilidad, agresividad, falta de concentración, dolores de cabeza e incluso un aumento en el consumo de azúcar como mecanismo compensatorio.
La especialista también abordó la problemática del bullying y el acoso escolar, situaciones para las que recomendó hacerlo del conocimiento de inmediato de la persona docente del grupo; luego, establecer una red de apoyo para que las personas que lo cometen acudan a terapia en conjunto con sus padres de familia y poder realizar una contención antes de que avance la problemática.
Agregó que un inicio escolar exitoso requiere atención no solo a los aspectos académicos, sino también al bienestar emocional y física de toda la familia, mediante el establecimiento de rutinas saludables, manejo del estrés de manera positiva y asegurar un descanso adecuado; factores claves para que tanto padres como hijos enfrenten los desafíos del nuevo año que recién inicia.
DDD