Dudas. Cuando se realiza la demolición de ciertas construcciones desocupadas, una vez tirados los cimientos, quedan a media obra por falta de recursos.
El abandono de viviendas y terrenos en la entidad es algo bastante común, cosa que genera más dudas que soluciones, ya que son muchas las personas y autoridades que se preguntan de quién son esos terrenos o edificaciones y cómo se pueden poner en contacto con los dueños de las mismas.
La mayoría de estos se encuentran en estados bastante deplorables; las casas cuentan con montones de hierbas a su alrededor, los terrenos están llenos de pastos totalmente crecidos y otros más tienen cimientos de construcciones que jamás sucedieron o abandonadas a la mitad de sus levantamientos.
Pese a que se asocia más a un problema del centro de la ciudad, otros rincones de Durango cuentan con bastantes terrenos abandonados, como los fraccionamientos, en donde es usual encontrar restos de lo que parecen ser medidores de luz.
Estos rincones en abandono generan basura, pero también son nido de ratas y alacranes; estos últimos son los que más alarman, ya que los ataques de estos se han incrementado de manera considerable en el año.
Al momento de querer ampliar ciertas colonias o hacer algunas construcciones, se vuelve prácticamente imposible realizar estas obras, puesto que si se quiere tumbar o comprar el terreno en donde se va a trabajar, no se puede por razones legales, en las que se debe consultar a las personas a cargo de estos pedazos en abandono, los cuales jamás hacen acto de presencia.