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El fardo

El fardo

CARLOS ELIZONDO 24 nov 2024 - 07:59

Pemex es un pesado fardo para las finanzas públicas. La renta petrolera, es decir, los recursos por hidrocarburos que ingresan a Hacienda, es cada vez menor. Hace 10 años era 4.3 puntos del PIB; para este año Hacienda estima que será de 0.6, aunque podrían terminar siendo aún menos. En contraste, los recursos con los que se queda Pemex se han mantenido estables. En el 2014 eran 2.4 puntos del PIB; ahora 2.5. Pero es una empresa que extrae menos barriles: en el 2014 producía 2.47 millones de barriles diarios, hoy, con todo y socios, 1.79.

Para el 2025 Hacienda estima un ingreso petrolero para el Estado de 0.8 puntos del PIB y una producción de crudo de 1.89 millones de barriles diarios. En el sexenio anterior Hacienda siempre se quedó corta respecto a sus pronósticos de producción (que son calculados por Pemex) y en la renta petrolera, por los enormes apoyos que se le han dado.

En el sexenio de AMLO, Pemex Transformación Industrial perdió 1.3 billones de pesos procesando crudo. Sirva como comparación que el gasto total de Salud en el sexenio de AMLO fue menos que esa pérdida: 783 mil millones.

Para el gobierno de Sheinbaum la seguridad pública es uno de sus objetivos centrales. Sin embargo, en el presupuesto para el 2025 a la ya inaugurada refinería de Dos Bocas le asignaron 136 mil millones de pesos, mientras que a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana 70 mil millones.

El fardo ya es pesado. Las políticas propuestas lo harán inmanejable. Sheinbaum optó por regresar al marco constitucional en el que Pemex no tiene que competir ni generar utilidades. Ya no será regulado por organismos con autonomía técnica. Se ha optado por una reforma administrativa: terminar con la separación funcional de las dos grandes subsidiarias, Pemex Exploración y Producción y Pemex Transformación Industrial, y fusionarlas junto con todas las otras subsidiarias y filiales en una sola entidad.

El ahorro, dicen, será de 40 mil millones de pesos. Muy poco frente a las pérdidas de la empresa y la fusión distraerá a la administración y tomará mucho más tiempo de lo esperado. Lejos de resolver algo, lo complicará todo. La escisión de Pemex en subsidiarias realizada en 1992, cuando se crearon Pemex Exploración y Producción y Pemex Refinación fue para separar su operación y poder saber el costo real de refinar. Ahora será fácil encubrirlo, y por ello, más difícil aligerar el fardo.

El gobierno ha planteado que para expandir la producción se apoyará en los privados. Sin embargo, los mecanismos de contratación aún no están definidos y no es fácil trabajar con Pemex. Les debe a sus proveedores por lo menos 20 mil millones de dólares.

En el 2014, la brasileña Petrobras era la compañía petrolera más endeudada del mundo, 132 mil millones de dólares. ¿Qué hizo? Identificar los activos menos rentables y venderlos. Esta es la única salida para una empresa con problemas. La venta de activos ineficientes generan un ingreso para la empresa con problemas, con ello puede pagar deuda o invertir en proyectos más rentables para mejorar sus finanzas. En el 2023 la deuda de Petrobras ya era de sólo 24 mil millones de dólares.

Si se hace bien, se vuelve más próspera la empresa y el país. Los compradores y la competencia llevaron a darle más valor a esos activos. Hoy Petrobras produce 2.2 millones de barriles diarios y Brasil 3.36.

¿Por qué la nueva administración no busca entre los mejores asesores del mundo cómo deshacerse del fardo? ¿Es la ideología tan poderosa que es incapaz de ver que nadie ha rescatado una empresa centralizándolo todo y volviéndola hegemónica? ¿O hay tantos intereses ganando dinero detrás de estas pérdidas que a muchos no les conviene? Hasta ahora esto no le ha costado políticamente al gobierno, pero cada vez será más oneroso para las finanzas públicas.

Ático.- En Pemex se ha optado por una reforma administrativa; la separación de las dos subsidiarias.

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