Era un caníbal y devoró a un hombre: La historia de Armin Meiwes

Han sido muchos los diversos asesinos seriales que han escandalizado a la sociedad por los actos atroces que han cometido a lo largo del tiempo, pero hubo un criminal en específico que hizo eco en la prensa internacional por la manera tan sanguinolenta en que cometió sus fechorías.

Armin Meiwes nació el 1 de diciembre de 1961 en Essen, Alemania Oriental, en el seno de una familia relativamente tranquila; incluso, Meiwes se la pasaba gran parte del tiempo solo durante su infancia, cosa que lo hizo tener un amigo imaginario durante su infancia.

Durante la adolescencia comenzaría el horror, pues el asesino teutón comenzó a sentir deseos carnales por diversos chicos de su edad, pero esto iba más allá de un deseo sexual, pues él sentía la fascinación prohibida por comerlos y devorarlos.

The Cannibal Cafe

Tras muchos años de reprimir sus sentimientos, fue en 2002 cuando Meiwes, con acceso a un internet relativamente rudimentario, accedió a un foro para caníbales llamado 'The Cannibal Cafe", en el cual conoció a Bernd Jürgen Brandes, un ingeniero oriundo de Berlin y con el cual compartía los deseos de ser devorado.

Ambos acordaron verse en casa de Meiwes y una vez llegado el esperado día, Brandes acotó que Meiwes podía hacerle todo lo que quisiera con consentimiento, por lo que, ante esto, el futuramente llamado 'Caníbal de Rotemburgo' amputó los genitales de Brandes, los cuales cocinó y comió junto a su víctima, quien ya no sentía dolor, puesto que estaba sumamente sedado de medicamentos, aunados a la masiva perdida de sangre.

Una vez que Brandes falleció por desangramiento, Armin Meiwes tomó su cuerpo y descuartizó, mientras grababa todo el procedimiento en video, y acto seguido, procedió a comerse a su víctima, a la cual cocinó minuciosamente con vino, puré de papa y diversos vegetales; era tanta la carne, que la estuvo consumiendo entre el 9 y 10 de marzo, aunque, incluso meses después, aún quedaban más restos de Brandes en la nevera del caníbal.

Arresto e impacto

Tras esto, Meiwes no había saciado su sed de sangre, y entonces decidió buscar a otra víctima, aunque esta vez no le fue tan bien al infame caníbal, pues un joven estudiante anónimo de la ciudad austriaca, Innsbruck, denunció a Armin ante las autoridades, pues, este presumía constantemente el haber comido carne humana en diversas ocasiones, por lo que los oficiales tomaron manos a la obra.

Tras meses de procesos legales, en donde, incluso, los metrajes grabados por el asesino fueron mostrados a los miembros del jurado, Armin Meiwes fue sentenciado, primeramente, a solo 8 años de cárcel, dado que Bernd Brandes dio su consentimiento para ser tanto asesinado, como devorado; no obstante, finalmente hubo un fallo judicial, con el que se le condenó a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad.

"Bernd se acercó a mí por su propia voluntad para poner fin a su vida. Para él, fue una muerte agradable. Tuve un gran placer, y no necesito hacerlo de nuevo. Lamento mucho lo ocurrido, pero no puedo deshacer lo que hice" concluyó el ahora apodado "Caníbal de Rotemburgo" en su declaración final.