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Asesinos Seriales

Felícitas Sánchez Aguillón: La peor asesina serial en la historia de México

Oriunda de Veracruz, esta mujer fue la artífice de más de 100 infanticidios.

Felícitas Sánchez Aguillón: La peor asesina serial en la historia de México

RICARDO HERNANDEZ 27 nov 2024 - 21:49

México ha tenido una larga trayectoria en lo que a criminales respecta, y los asesinos seriales no son la excepción; Felícitas Sánchez Aguillón nació en algún punto del año 1890, en el puerto de Veracruz, y en la década de los 1900 se logró graduar como enfermera, tras lo cual se mudó a la Ciudad de México, más específico a la mítica Colonia Roma.

Sánchez Aguillón se encontraba sola en su casa casi todo el tiempo, ya que su casera y compañera trabaja casi todo el día, lo cual fue aprovechado por la joven enfermera para tener una especie de consultorio en donde 'atendía partos y a mujeres embarazadas'; poco se sabría que dicho oficio realmente iba a servir para otras actividades ilícitas y turbias.

El preámbulo 

Buscando realizar una acción noble, originalmente Felícitas decidió instalarse como una enfermera que ayudaba a mujeres acaudaladas para que pudieran abortar, cosa que, en sí, despertó la curiosidad de algunos vecinos de la zona, con lo cual Sánchez Aguillón logró expandirse e incluso, realizaba dicho procedimiento a domicilio.

No obstante, en todos esos años, esta no era la única actividad que realizaba esta mujer, pues el interés por el tráfico infantil creció en su persona, y ahí fue cuando varios niños que encontraba en las calles quedaban a su cuidado, con la promesa de que ella los devolvería a su familia; no obstante, es con ello cuando sucedería el horror.

Los terribles crímenes

Pasaron las décadas, llegó el 8 de abril de 1941, y la alcantarilla del edificio donde vivía Sánchez Aguillón se tapó, con lo cual, llegaron algunos trabajadores para intentar destapar la cañería, en donde encontraron dos cráneos humanos pequeños en la zona, lo cual alarmó a las autoridades, quienes decidieron catear el departamento, y fue ahí donde encontraron una terrible escena; entrados en el domicilio de Felícitas, el detective José Acosta Suárez encontró un altar con velas, agujas, ropa de bebé, un cráneo humano y una gran cantidad de fotografías de niños.

Esto mismo fue prueba suficiente para encerrar a la terrible criminal, quien confesaría poco después que habría asesinado a más de 100 niños a lo largo de toda su vida, acotando que cometió dichos crímenes, ya que desde niña sentía una repulsión importante en contra de los niños, con lo cual, y tras ser apodada por los medios como 'La Ogresa', se suicidaría en casa por una sobredosis de drogas, arrepentida de todo lo que hizo en vida.

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