Friend-shoring y tamales

"Al que nace pa´ tamal,

Del cielo le caen las hojas".

Este refrán, muy usado por la mayoría de los mexicanos, habla de la "predestinación". Si nacemos o fuimos concebidos para algo, los medios nos llegarán por uno u otro lado.

En México además hacemos protagonistas a estos productos del maíz, muy nacional antes y hoy más de la mitad importado, el mero día 2 de febrero, el Día de la Candelaria. La fiesta de la luz, la fiesta de las candelas y donde los católicos celebramos la purificación de la Virgen María y la presentación del niño Jesús en el templo, justo 40 días después de la Navidad, el 2 de febrero.

Como nos encantan las fiestas, se siente como que no queremos dejar ir el puente Guadalupe-Reyes por lo que lo estiramos hasta este día, y lo hacemos un "friend-shoring", para compartir algo con la familia y amigos, y después ya retomar con gusto el primer puente del año, el lunes 5 de febrero.

¿Friend-shoring? ¿Qué es eso? Pues ahora que está de moda el término "shoring", que se traduce como "playeando", y que lo hemos sofisticado para asociarlo a situaciones geopolíticas, como la localización de manufacturas cerca de los mercados de consumo; el "near-shoring", o el "out shoring, fabricar fuera del país de origen, es seguramente aceptable el uso de "friend shoring" como una situación donde nos "relocalizamos" cerca de los amigos para mejorar nuestro bienestar, como degustando unos deliciosos tamales.

Aunque suena muy bien, el "friend shoring" es un proceso que se está debilitando debido a los pleitos entre las grandes economías como China, la Unión Europea y los Estados Unidos de América, ya que hoy no son tan amigos (friends) y buscan otras regiones para buscar proveeduría y competitividad global.

Durante 2023, China dejó de ser el mayor proveedor de bienes y servicios de los EUA, la UE se prepara para dejar de usar energía de Rusia y los chinos ya no usan I-Phones. Ya no son very good friends; más bien van por el camino del "adversariato". No se ven posibilidades que compartan el día 2 los tamales este año.

Pero en México y sus regiones, hacemos changuitos para que continúe este proceso de relocalización, aunque se enojen nuestros amigos chinos y americanos, ya que somos la decisión más lógica para acceder a un mercado que no solo es el más grande del mundo, sino que está en crecimiento. No importa que seamos un poquito menos friends y un poco más socios.

En Durango, ya es un buen negocio pensar en abrir un restaurante de comida china; ya se ven por la calle muchas personas con ojos rasgados, con niños que se llaman, o bien, Panchito Ling-Ping o Xin-Yu Hernández, debido a los nuevos proyectos que esperamos se cristalicen en la región al muy corto plazo.

Concluyo diciendo, como casi siempre en mis ultimas entregas: aguas con Trump. Este cuate sí podrá cambiar todo, hasta hacer al Cruz Azul campeón.

Ánimo.