Gary Plauché: El padre que hizo justicia contra el abusador de su hijo
La mayoría de las personas están de acuerdo en que harían hasta lo imposible por sus hijos, y Gary Plauché es un hombre que llevó dicha frase demasiado lejos por una buena causa.
Oriundo de Canadá, Plauché, fruto de su matrimonio con una mujer de nombre Jude, tuvo 4 hijos, uno de ellos siendo Joseph 'Jody' Boyce, quien sufriría un destino terrible, el cual llevó a Gary a hacer justicia por mano propia.
Hechos previos
Jody, que en aquel entonces tenía tan solo once años, era llevado por sus padres a clases de karate, las cuales eran impartidas por Jeff Doucet, quien era un artemarcialista que incluso en la comunidad era una total celebridad con programas de televisión y era venerado por ser un veterano de guerra.
La academia Dragón Negro era en la cual impartía clases, y Jody Plauché era uno de los discipulos de quien era apodado como 'El Sensei'; Plauché a la par se ganó el amor y confianza de Doucet, pues era uno de sus alumnos más destacados, por lo que el niño y el maestro se la pasaban juntos siempre que podían.
Un día, Doucet decidió decirle a los padres de Jody que este había sido seleccionado para protagonizar un comercial de karate infantil en Los Ángeles, por lo que les pidió permiso para ir junto con él para asesorarlo; los padres del niño aceptaron sin dudarlo, pues 'El Sensei' era un tipo bien respetado en la comunidad, pero no sabían que esto sería un error brutal que marcaría a su hijo de por vida.
El crimen
Jeff Doucet no solo no llevaría al niño a la grabación de un comercial, sino que secuestraría al pequeño Jody durante 10 días y abusaría sexualmente del chico durante todo ese tiempo.
Gracias a una llamada hecha por Jody a su madre, June y Gary alertaron a las autoridades por las sospechas sobre la situación de su hijo, sospechas que lamentablemente se hicieron realidad, pues las autoridades ubicaron a Jody y a Doucet en el hotel Seven Palms, ubicado en Anaheim, California, y procedieron a arrestarlo, mientras que el pequeño fue devuelto a sus papás.
Las autoridades le contaron a Gary con lujo de detalle todo lo que Doucet le había hecho a su hijo, cosa por la cual juró ante los oficiales que cobraría venganza por propia mano, aunque estos pensaron que Gary no hablaba en serio, hasta que todo se alineó para la venganza del furioso padre.
Venganza y consecuencias
El 16 de marzo de 1984, las cámaras en vivo transmitían la extradición de Jeff Doucet de California con rumbo al condado de Baton Rouge, Louisiana, de donde era originario 'El Sensei'.
En el camino por el aeropuerto, había un hombre con lentes y gorro escondido en una de las cabinas telefónicas por donde el criminal iba a pasar, y justo cuando pasó, dicho hombre misterioso procedió a dispararle a sangre fría a Doucet, volándole la tapa de los sesos de manera certera y concisa.
Cuando dicho hombre fue contenido por la ley, las cámaras enfocaron su rostro y ahí fue donde se demostró que era ni más ni menos que Gary Plauché, quien, efectivamente, cumplió con su venganza.
Los cuerpos del orden arrestaron a Gary, lo cual volcó a los medios y la opinión pública a su favor, y si bien, si recibió un castigo por su asesinato a sangre fría, este solo recibió 7 años de sentencia suspendida, 5 de libertad condicional y 300 horas de servicio comunitario, los cuales cumplió en 1989 para volver con su familia a ser feliz de nueva cuenta.
Gary afirmó en una entrevista años después que no se arrepentía de sus actos y que, al contrario, volvería hacerlo sin titubear; Jody, por su parte, afirmó para el medio The Mirror US: “Lo único bueno de todo esto es que cuando la gente ve ese video, lo ve como un acto de amor, no como un acto de odio”.