Huracán 'Helene' deja 41 muertos y numerosos desastres en EUA
El huracán Helene, que la noche del jueves tocó tierra en Florida como categoría 4, hasta el momento ha cobrado la vida de 41 personas, un conteo que podría ir en ascenso y está dejando un rastro de destrucción por el sureste de Estados Unidos.
El ciclón, considerado el más potente que se haya registrado hasta ahora en el Big Bend de la península de Florida, ha ocasionado la muerte de siete personas en Florida, 15 en Georgia y otras 17 en Carolina del Sur, dos de ellas bomberos, confirmó este viernes el gobernador del estado, Henry McMaster.
En Carolina del Norte se confirmaron hasta el momento dos fallecimientos, uno de ellos, una menor de cuatro años de edad.
La tarde del viernes, más de 4.6 millones de personas no tenían energía en una decena de estados, mientras que miles de operarios retiraban escombros, maleza y reparaban postes de tendido eléctrico con miras a restablecer el fluido eléctrico.
Además, casi un millar de vuelos fueron cancelados en Estados Unidos, la gran mayoría de ellos con salidas o llegadas previstas en los aeropuertos internacionales de Charlotte (Carolina del Norte), Atlanta (Georgia) y Tampa (Florida).
Las ciudades de Perry y Cedar Key fueron algunas de las más afectadas por el huracán (degradado a tormenta tropical) Helene.
Calles inundadas, escombros, así como ventanas y tejados arrancados es lo que dejó a su paso el fenómeno en estos poblados.
Algunas localidades de esta región, como Steinhatchee, pequeño pueblo pesquero que aún se recupera del embate, en agosto de 2023, del huracán Idalia, vieron cómo algunas viviendas y negocios quedaron destrozados por la caída de árboles o por la fuerza de los vientos.
El huracán tocó tierra pasadas las 11:00 de la noche del jueves, hora local (3:00 GMT del viernes), cerca de la localidad de Perry, en la región del noroeste de Florida conocida como Big Bend, con vientos máximos sostenidos de 225 kilómetros por hora (140 millas).
Las inundaciones por las lluvias y la marejada ciclónica, que elevó el nivel del mar hasta más de 3 metros por encima de su promedio, fueron extensivas y en general los daños llegaron hasta cientos de kilómetros hacia el norte.
Helene, debilitada a ciclón postropical con vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora (35 millas), todavía produce inundaciones y situaciones de emergencia, como ha ocurrido en un hospital de Tennessee, donde 54 personas debieron ser rescatadas en helicóptero desde el tejado del centro de salud que resultó inundado.
Las personas tuvieron que buscar refugio en el techo del hospital tras las inundaciones repentinas en la zona tras el embate del huracán, lo que les impidió evacuar a tiempo.
En este sureño estado, unos 20 mil residentes recibieron una orden de evacuación obligatoria a causa de las inundaciones y debido al peligro que suponía una represa cerca de la localidad de Newport.
Autoridades en el Condado de Cocke, en Tennessee, reportaron una “falla catastrófica” en la presa de Waterville.
El acalde de Cocke, Rob Mathis, urgió a la población a través de una publicación de Facebook a alejarse de la zona del centro de Newport, a unas 50 millas al este de Knoxville, ante la falla en la presa.
Las lluvias intensas ocasionadas por Helene han derivado en inundaciones repentinas, además de la crecida de ríos y arroyos en Tennessee que han dejado a miles incomunicados y sin energía eléctrica.
En Carolina del Norte, su gobernador, Roy Cooper, alertó sobre los riesgos de peligrosos deslizamientos de tierra a causa de las torrenciales lluvias. “Esta es una de las peores tormentas en la historia moderna para partes del oeste de Carolina del Norte”.
En localidades del oeste de este estado se ha impuesto un toque de queda a partir de la noche del viernes, con el propósito de facilitar las tareas de los equipos de emergencias, señalaron las autoridades locales.
Por su parte, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, dijo que varios hospitales en el sur de este estado se han quedado sin energía y que los cuerpos de rescate se dirigen hacia el este, donde decenas de residentes se han quedado atrapados en sus viviendas a primeras horas del viernes.
La Agencia Federal de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) desplegó hasta mil 500 socorristas a la zona de desastres, quienes han auxiliado en unos 400 rescates en el área de Tampa, en el oeste de Florida, además de haber distribuido agua y comida a las familias afectadas por el fenómeno climático.
La Casa Blanca señaló ayer que tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como la vicepresidenta y candidata demócrata en las próximas elecciones, Kamala Harris, “están siguiendo de cerca estos esfuerzos y están recibiendo información periódica”.