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Juguete ¿nuevo?

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Juguete ¿nuevo?

ESTEBAN G. ROSAS 3 oct 2024 - 04:03

Anteayer martes amanecimos, algunos ilusos, esperando un juguete bajo cualquier arbolito, pues alguien nos dijo que la Navidad era el 1 de octubre. ¿A quién se le habrá ocurrido semejante barbaridad?

Le comenté al Rollin, un gran amigo y reconocido chamán internacional, originario de Durango, si ese tipo de desvaríos tenía algún remedio. Por supuesto, me contestó y me entregó un sobrecito con varias yerbas que se deberán tomar como agua de uso, me indicó, y además me proporcionó un rollo de cinta Duct Tape (cinta canela en español) para después de beber la susodicha pócima se le pegara en la boca a la persona descarriada, para impedir que hablara. Ya mandé el remedio por correo a Caracas, a ver si llega y hace el efecto. Mientras tanto, ¿feliz Navidad?

En México ese día de Navidad se traspasó la banda presidencial tricolor a la primera presidenta de México; le pedimos a Dios que la ilumine y que la ayude a gobernar este risueño y simpático país, que sufre en este tiempo un síndrome de confusión y división. Por supuesto, en Palacio Nacional, también Santa dejó un carrito nuevo con la bandera tricolor pintada en el techo, bajo el arbolito, como presente de esta Navidad bolivariana (pobre Bolívar, si supiera dónde lo traen).

Ese juguete recibido, cuando se examine, nos permitirá percatarnos que ni tan nuevo y sin funcionar muy bien; al carrito ese le falta combustible bien refinado, echa humo, pues funciona con combustóleo; la carrocería se nota golpeada aproximadamente en 43 partes; las medicinas, perdón, refacciones aún no se pueden surtir, pues la refaccionariota que tiene de todas no encuentra el anaquel donde supuestamente estaban y hay que esperar a que termine el partido de fut interescuadras que juegan, los de pedidos contra los de entregas. El marcador era 0-0 ayer y muy disputado.

Al caminar, observamos que, en su trayecto, el juguetito, empieza a "cascabelear" e ir más despacito, como al 1.1% de crecimiento anual. Lo peor es que no hay muchos jugueteros capacitados formales (informales hay muchísimos) para repararlo, pero existen grandes expectativas de componerlo, enderezarlo e impulsarlo más fuerte por un caminito firme y seguro hacia el triunfo. No estará fácil hacerlo andar bien, pero no hay muchas alternativas, si queremos que nuestro carrito llegue a concursar en las competencias internacionales.

Le ayudaríamos con un empujoncito, si recuperamos nuestra otrora buena reputación de empatía y respeto a todos los contrincantes, con los que hoy tenemos diferencias. Ellos nos podrían aportar buenas ideas para la necesaria reparación. Cambiarle el motor por uno eléctrico que combinado con paneles solares le dé la ventaja competitiva necesaria, con una nueva política energética e innovadora. Cuidando la salud del piloto, vacunándolo contra el Covid o lo que venga, con productos avalados a nivel mundial, no solo en el Caribe y, por supuesto, apoyado el funcionamiento motriz con una planeación económica y de futuro, por los mejores economistas del país.

Hace tiempo escuché por la TV a una persona que dijo "gobernar no es tan difícil", pues arriba les acabamos de sugerir una pequeña receta.

Último cuarto del partido anual 2024, y el marcador no nos favorece. A cambiar estrategia y anotar. Tenemos nuevo(a) mariscal de campo (quarter back, dirían nuestros vecinos) y mucha esperanza.

Ánimo.

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