Algunas veces el ritmo de vida que llevamos no nos deja disfrutar de las pequeñas cosas de la vida que nos deberían causar felicidad y alegría, y la comida es una de ellas. No solo se trata de ingerir alimentos por necesidad fisiológica y satisfacer nuestro apetito, sino de realmente concentrarnos en los sabores y las emociones que nos hacen sentir o incluso los recuerdos que nos evocan.
Piensa en tu platillo favorito y seguramente podrás recordar no solo su olor y su sabor, sino que también alguna situación específica relacionada con él, una cena con tu pareja o los fines de semana en casa de la abuela, ese es el poder que tienen los alimentos y todos podemos crear este tipo de recuerdos con nuestros seres queridos y para lograrlo las recetas de food for joy pueden ser de gran ayuda.
Y es que para tener la satisfacción de consentir a los que más queremos, y a nosotros mismos, no necesitamos de grandes producciones o invertir horas y horas en la cocina, muchas veces podemos encontrar alegría en compartir un momento de verdadera cercanía y qué mejor que hacerlo acompañado de unos ricos bocadillos, fáciles de preparar y que nunca se van a olvidar por todo lo que significan mucho más allá de los sabores.
¿Cómo influyen las emociones en la alimentación?
¿Cuántas veces no has estado enojado y sientes que se te hace un nudo en el estómago, provocándote malestar? Esto ocurre porque nuestro estómago tiene una gran cantidad de neuronas, razón por la que también se le conoce como “el segundo cerebro”, no porque tenga la capacidad de pensar, sino por la forma en que funciona. Por lo que muchas de las emociones diarias que tenemos pueden recaer en esta parte de nuestro cuerpo y provocar que reaccione de diversas maneras.
Cuando tenemos emociones placenteras, como la alegría o el amor, es más común que busquemos comida saludable porque sentimos estabilidad con nuestro cuerpo y no estamos buscando la satisfacción emocional en lo que consumimos, en cambio, cuando las emociones son displacenteras, como el enojo o la ansiedad, es más probable que recurramos a comida chatarra, con grandes cantidades de azúcar o grasas para deshacernos de esas sensaciones negativas, aunque esto solo da una satisfacción temporal que termina perjudicándonos.
Demuestra amor a través de la comida
La hora de la comida debe ser un momento de satisfacción para todos, unos minutos en los que podamos disfrutar de los sabores, colores y texturas de los platillos que están frente a nosotros y, como mencionamos anteriormente, no hay nada mejor que relacionarlo con momentos únicos en compañía de las personas que más queremos, ya sea que prefieras platillos más elaborados o ideas fáciles para todas las edades que son perfectas para que incluso los primerizos en el arte de la cocina las puedan realizar y compartir la alegría de un momento tan especial.
Cocinar o compartir la comida con las personas que forman parte de tu vida puede ayudar a reforzar los lazos emocionales que tengan, pues a través de esta puedes expresar tus sentimientos hacia los demás mientras le das una experiencia agradable a tu paladar convirtiendo cada platillo en un recuerdo extraordinario con el que nunca se podrá sacar de la memoria.