La Quinta: Casa embrujada en la Plaza Hito 450
Una de las historias más escalofriantes que se cuentan, es sobre una casa ubicada en la Plaza Hito de la calle Guadalupe llamada “La Quinta”. En ese lugar, muchas personas han asegurado que sienten una vibra escalofriante y aterradora, algunos aseguran que fueron observados por una mujer asomada en la ventana, la cual esconde un triste secreto.
Hace muchos años, un joven oriundo de Zacatecas llamado Alberto se mudó a la ciudad de Durango por motivos de estudios. Ingresó a estudiar la carrera de contabilidad en la Facultad de Economía, Contaduría y Administración (FECA). En algún momento, el muchacho conoció a una hermosa chica llamada Susana, quien fue reina de su alma mater. El joven se armó de valor para conquistarla, la invitó a salir en el Paseo de las Alamedas y fueron a comer al famoso Pasaje, inmediatamente sintieron una fuerte conexión que los dejó enamorados.
Con el tiempo formalizaron su relación, la cual perduró por tres años hasta que decidieron contraer nupcias. Al casarse, la feliz pareja se mudó a “La Quinta”, una casa grande que estaba cerca de donde vivían los padres de la novia. El matrimonio comenzó con el pie derecho, Alberto consiguió un buen empleo en un despacho contable y se hizo de un auto Magnum K, uno de los más cotizados de la época.
Sin embargo, la felicidad terminó después de cuatro años. Susana comenzó a sentirse sola en su hogar, puesto que Alberto comenzó a trabajar horas extras y asistir a cenas de negocios, esto provocó que su mujer comenzara a sentir celos enfermizos.
Una noche, Alberto regresó del trabajo y tomó una ducha porque tendría otra reunión de negocios. Susana fisgoneó entre sus cosas y encontró su agenda, que contenía un número telefónico sin nombre y dos boletos de avión, ella creyó que su esposo la abandonaría para irse con su amante. Cegada por la ira, tomó un cuchillo de la cocina y esperó a que Alberto saliera del baño.
El marido salió del baño, se puso su mejor traje y le dio un beso a su mujer, le dijo que no lo espere. Esas palabras retumbaron en la cabeza de Susana y pensó lo peor, por lo que sacó el cuchillo y se lo clavó a Alberto en la espalda. Incrédulo, miró a su amada con asombro y rodó por las escaleras, para cuando el cuerpo bajó a la planta baja de la casa, ya estaba muerto.
Atónita, Susana observó el cadáver de Alberto en un gran charco de sangre. Poco después, llamaron a la casa, Susana contestó y era la supuesta mujer con la que su esposo se iría de viaje. Sin embargo, resultó ser una antigua maestra de Alberto, quien trabajaba en una agencia de viajes y le consiguió boletos a la pareja para una segunda luna de miel.
La viuda no lo podía creer, mató a su marido por un error, eso provocó que llorara desconsoladamente y decidiera cortarse las venas. Llamó a sus padres, les explicó lo ocurrido y les dijo que los amaba, en cuestión de minutos falleció desangrada.
La policía y los bomberos acudieron a la propiedad, vieron el cuerpo de Alberto con una herida en la espalda y encontraron a Susana en su cama, con una gran cortada en ambas muñecas de las manos. Los progenitores de la esposa afirmaron a las autoridades que el homicidio fue causado por un asaltante, lo cierto fue que se trató de un caso homicidio-suicidio.
A día de hoy, hay quienes aseguran ver a una mujer asomarse por la ventana de la planta baja de la casa, la describen como una dama de tez blanca, cabello largo y castaño, además que porta un camisón blanco. Debe ser Susana, quien vaga en la tierra como alma en pena, aún está muy arrepentida por matar a su esposo. La culpa la persigue después de la muerte, sigue sin poder descansar en paz.