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Las consecuencias de la victoria de Trump

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Las consecuencias de la victoria de Trump

JESÚS MENA VÁZQUEZ 11 nov 2024 - 03:03

Desde hace meses, en diversas entregas había venido argumentando que la unión de dos factores, uno interno y otro externo, seguramente traerían consecuencias negativas para nuestro país. Lamentablemente estos dos factores ya son una realidad, por un lado, tenemos a un régimen político con una mayoría legislativa que puede modificar la Constitución sin contrapesos y por otro tenemos a Donald Trump como ganador de la contienda para la presidencia de los Estados Unidos.

Los ciudadanos mexicanos nos encontramos en la intersección de dos fuerzas que pueden disminuir considerablemente nuestra calidad de vida y bienestar en el mediano y largo plazo: por un lado, un régimen político que construye a toda velocidad instituciones extractivas en perjuicio de los ciudadanos (menor transparencia de los actos de gobierno, degradación del estado de derecho con la aprobación de la reforma judicial, etc.) y por el otro, a partir de 2025, un gobierno de los Estados Unidos con políticas proteccionistas en materia de comercio internacional y políticas agresivas en materia de migración y seguridad, con la deportación de migrantes en cantidades mayores que en años previos, además de una intervención más directa en contra de las organizaciones del crimen organizado en México.

Los votantes estadounidenses decidieron darle a Donald Trump, un mandato para que, con el apoyo de un congreso dominado por republicanos, realice cambios profundos en las políticas que tiene los Estados Unidos en una variedad de temas, desde la relación con nuestro país en temas de seguridad y migración hasta el apoyo financiero a Ucrania ante la invasión de Rusia, pasando por una gran variedad de medidas que van a impactar la economía y la forma de operar el gobierno federal de los Estados Unidos.

Las razones del triunfo de Trump no son materia de esta entrega, sino poner en contexto las consecuencias que seguramente tendrá para nuestro país. La experiencia previa del gobierno del ex Presidente López Obrador con el gobierno de Trump fue la "negociar" con una contraparte con una asimetría de poder tan grande que sus peticiones eran prácticamente extorsiones, no negociaciones.

Esas son las mismas condiciones que enfrentará el gobierno mexicano a partir de enero, cuando tome posesión Donald Trump. Estaremos a expensas de un Presidente de los Estados Unidos que buscará construir una narrativa de resultados para su base electoral, y eso será principalmente en al menos en tres frentes: el primero sería el combate a los grupos del crimen organizado que trafican fentanilo y otras drogas a los Estados Unidos, bajo la amenaza de declararlos organizaciones terroristas y con eso permitir la ejecución de operaciones en nuestro país por parte de sus fuerzas militares por medios remotos o en un caso extremo con intervención directa de efectivos militares o paramilitares ligados a Estados Unidos.

¿Qué posición tendría el gobierno mexicano ante un proyectil disparado por fuerzas militares o agencias de Estados Unidos que tenga como objetivo un líder del crimen organizado o un laboratorio clandestino en territorio mexicano?

En segundo lugar, estaría los temas de migración, por un lado la deportación de personas en números más elevados que en administraciones anteriores con el objetivo de crear pánico entre la población migrante ilegal, aunque éstos representen una fuerza de trabajo de la que no pueden prescindir de un día para otro. Nuestro país sería el principal destino de esas deportaciones, con todos los problemas que implica para nuestra frontera norte.

El otro tema migratorio que seguramente será "solicitado" al gobierno mexicano es que detenga la migración de Centroamérica, como ya lo hizo Trump en su primer mandato, lo que implicará movilizar recursos humanos y financieros para cumplir con sus demandas.

El tercer tema que seguramente tendrá que "negociar" el gobierno mexicano será el tema del comercio internacional que implicará, por un lado, las amenazas de aranceles a las exportaciones mexicanas como moneda de cambio para que México detenga la migración ilegal de Centroamérica y/o el envío de drogas sintéticas, especialmente fentanilo, que cobra decenas de miles de vidas al año en los Estados Unidos.

Además, es muy posible que, bajo la Presidencia de Trump, la revisión que se tendrá que hacer del tratado de libre comercio en 2026 se acerque más a una renegociación que solamente a una revisión. Ese es el panorama que nos espera durante los próximos dos años.

X: @jesusmenav

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