Los efectos del estrés
El estrés se ha convertido en una constante que afecta la salud de millones de personas. Comprender cómo el estrés impacta el cuerpo humano es importante para abordar sus consecuencias negativas, sin embargo, es necesario realizar estrategias efectivas para reducir el estrés y, a su vez, preservar el bienestar físico y mental.
El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda externa que en pequeños episodios puede ser positivo, como cuando ayuda a cumplir una responsabilidad en una fecha límite, por ejemplo. Sin embargo, cuando un estrés perdura más tiempo, puede ser dañino para la salud y escalar a otras afecciones emocionales, afectando el autoestima, las relaciones interpersonales y cómo la persona percibe su entorno.
Marian Rojas-Estapé, una psiquiatra y escritora que se ha encargado de abordar el tema del estrés en la actualidad, empieza por afirmar que es importante hacer una valoración personal e identificar cómo funcionamos individualmente.
“Para mí esto es clave: ¿cuáles son los factores que me estresan?, ¿cuáles son los factores que me ponen en modo alerta? Pueden ser personas, cosas, recuerdos, momentos, circunstancias. Pero cuando uno conoce cuáles son sus factores de estrés va a saber cómo se transforma su personalidad ante él.
“Por ejemplo, el sensible, cuando está ante un factor de estrés, se convierte en una persona muy vulnerable; el tímido, cuando está bajo factores de estrés, se bloquea; el impulsivo, es más agresivo; el que le da más vueltas a las cosas, bajo factores de estrés, es más obsesivo y entra en pensamientos en bucle”, menciona Rojas-Estapé.
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Una investigación arrojó sus beneficiosLos tipos
Aunque se puede decir que hay diferentes tipos de estrés, dos son los principales: agudo y crónico.
El estrés agudo surge a corto plazo y desaparece rápidamente. Puede sentirse cuando se va manejando y atraviesa alguien de repente o cuando discutes con un amigo o tu pareja, por ejemplo. Éste ayuda a controlar situaciones peligrosas, pero también cuando se hace algo nuevo o emocionante.
Se puede decir que todas las personas sienten este tipo de estrés en algún momentos de sus vidas.
Por otra parte, el estrés crónico es el que dura un largo periodo de tiempo, que se puede prolongar sobremanera.
Los problemas financieros, relaciones personales conflictivas o demasiado demandantes, así como vínculos laborales problemáticos pueden ocasionar el estrés agudo, que continúa por semanas e incluso meses.
En estos casos, la persona puede acostumbrarse tanto al estrés crónico que no se da cuenta que es un problema y lo normaliza.
El impacto físico
El cuerpo reacciona ante el estrés al liberar hormonas que hacen que el cerebro esté más alerta, causando que los músculos se tensiones y aumenten su pulso.
Cuando hay estrés agudo, el cuerpo se mantiene alerta aunque no haya peligro, lo que ocasiona que con el tiempo surjan problemas de salud como la presión alta, insuficiencia cardiaca, diabetes, obesidad, depresión o ansiedad, problemas de la piel, como acné o eczema y alteración en el ciclo menstrual, en el caso de las mujeres.
Asimismo, si ya existen estas alteraciones en el organismo, el estrés crónico lo que hará será alterarlas o agudizarlas.
Es recomendable acudir con un profesional médico para atender el problema y seguir recomendaciones para no agravar la situación y así no incapacitar a la persona en actividades tanto personales como profesionales.
Actividades para liberar el estrés
Especialistas en salud física y emocional recomiendan diversas actividades para disminuir o liberarse del estrés.
Cada actividad podrá ayudar más a unas personas que a otras, pero cada individuo puede encontrar por sí solo la actividad que más le ayude a combatir esta afectación.
La práctica de la meditación o la atención plena, son herramientas recomendadas para reducir el estrés. Estas prácticas pueden ayudar a calmar la mente, mejorar la concentración y fomentar la relajación.
Por otro lado, la actividad física regular también ayuda a liberar endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo, además de reducir la tensión acumulada en el cuerpo.
Estos beneficios se podrán ver con facilidad si van acompañados de descanso y sueño de calidad. Es importante priorizar el sueño de calidad que contribuye a la regeneración celular y mejora la calidad para hacer frente al estrés diario.
Dedicar tiempo a actividades placenteras y relajantes, ya sean hobbies, lectura o música, proporciona una vía de escape del estrés cotidiano y fomenta el bienestar emocional.