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Mazatlán, la perla de Sinaloa, en verdadero riesgo

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Mazatlán, la perla de Sinaloa, en verdadero riesgo

JORGE PÉREZ ARELLANO 29 oct 2024 - 04:03

La violencia que azota a Sinaloa tras la traición de Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán a Ismael "El Mayo" Zambada, confirmada por el mismo capo en una carta, está desmoronando poco a poco al estado política, social y económicamente.

Aunque la violencia en la capital no es "nueva", pues ya se han vivido episodios similares denominados "Culiacanazos" tras los operativos militares donde se buscó y capturó a Ovidio Guzmán López, hijo de "El Chapo", el tiempo de reacción del grupo criminal había sido relativamente corto.

Lo que está aconteciendo actualmente en Sinaloa no tiene precedentes y mantiene a sus habitantes en un estado de pánico desde hace más de un mes y medio por los enfrentamientos entre "Los Chapitos" y "La Mayiza", las dos facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa, que ha provocado daños económicos que ascienden a más de 15 mil millones de pesos en los principales municipios de Sinaloa, según las cámaras empresariales.

Aunque Mazatlán, la denominada "Perla del Pacífico", se había mantenido en "relativa calma" en comparación con otros municipios, reportando "solamente" desapariciones forzadas, robos de vehículos y bloqueos en las autopistas que los comunican con Durango y Culiacán, los enfrentamientos armados no se habían presentado en el puerto hasta el pasado domingo por la noche.

Mazatlán se ha convertido en la última década en el principal puerto turístico del Pacífico mexicano, con una derrama económica nacional e internacional que solo es superada por uno de los destinos de playa más importantes del mundo: Cancún, Quinta Roo.

Precisamente Mazatlán había logrado crecer a pasos agigantados porque había podido ofrecer a sus visitantes lo que Acapulco, Guerrero o Puerto Vallarta, Jalisco, perdieron en los últimos años: seguridad. Eso le permitió a la "Perla del Pacífico" atraer inversiones multimillonarias (en dólares) de complejos residenciales, turísticos e industriales que detonaron exponencialmente su crecimiento.

Los diversos sectores sociales saben que Mazatlán es la carta de presentación de Sinaloa a la que se tenía que cuidar por la cantidad de visitantes e inversiones que siguen llegando año con año, algunas que incluso huyeron de otros estados por la ola de violencia que azotaron a sus destinos.

Los videos de lo ocurrido el domingo en plazas comerciales en Mazatlán son la cruda realidad de lo que están viviendo los sinaloenses, quienes jamás han estado ajenos al tema de violencia, pero que al menos en sus principales ciudades se había mantenido tranquilo por los mismos acuerdos del cártel dominante.

Al Gobierno de la 4T parece no importarle lo que ocurre en Sinaloa, pues desde un inicio se han tratado de desmarcar de lo que está ocurriendo para evitar represalias o ser acusados de favorecer a un bando. El Gobierno Estatal está rebasado y con el lodo hasta el cuello, acusado de tener nexos con los narcotraficantes y con serias sospechas de recibir órdenes de ellos. Ambos, más preocupados en minimizar los hechos que en solucionarlos.

Los empresarios se han quedado afónicos de pedir auxilio y cada día que pasa se reportan más cierres de empresas, negocios, pérdida de empleos, escasez de productos y servicios por la creciente violencia en la que viven.

Los sinaloenses tienen miedo y están encerrados. Las clases en las tardes se han suspendido para hacerlas en la modalidad virtual, la vida nocturna ha desaparecido, los empleos indirectos por el turismo se han perdido y el autoconfinamiento parece estar llevando al estado a una segunda "pandemia" en la que también habrá pérdidas humanas y económicas.

La Perla del Pacífico está en un gran riesgo de convertirse en el siguiente Acapulco, donde nunca quisieron reconocer el problema y, lo que llegó a ser el puerto más importante de Latinoamérica durante el siglo pasado, hoy está abandonado, destruido y secuestrado por la ineficiencia de sus autoridades.

En Durango también crece el temor y la incertidumbre de lo que pueda pasar en Mazatlán en los próximos días. Miles de duranguenses tienen patrimonio allá, viviendas, negocios y familia. Tristemente, el panorama para hermanos sinaloenses no parece que vaya a cambiar a menos que así lo decidan los mismos que hoy están confrontados... O usted ¿qué opina?

X: @jperezarellano

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