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Mismo guion, diferentes actores

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Mismo guion, diferentes actores

FERNANDO RAMÍREZ GUZMÁN 17 oct 2024 - 08:35

Han pasado quince días desde que inició la Administración federal encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo y en muy poco se ha diferenciado de su antecesor. De a poco ha empezado a abandonar el tono conciliador de campaña y ha recogido el guante de box de Ya Saben Quién. Ojalá y se decida a imponer su impronta y su personal estilo de gobernar y no ser una mala copia de AMLO.

Durante el periodo de nuestra historia conocida como el Maximato (1929 - 1934) tuvieron lugar tres gobiernos, dos de ellos interinos y un tercero producto de una elección. El general Plutarco Elías Calles se convirtió en el "Jefe Máximo" de los revolucionarios, cubriendo con su función en el ejercicio del poder una fase de tránsito entre el caudillo político-militar y el partido de masas. Era él quien realmente gobernaba. Una cuarteta que se volvió popular en la época decía: "El que vive en esta casa es el señor presidente. Pero el señor que aquí manda vive en la casa de enfrente." Y es que anteriormente el Castillo de Chapultepec era la residencia presidencial y enfrente estaba la colonia Anzures, donde tenía su residencia Calles.

Promover, al menos en el discurso, la utilización de energías limpias; saludar en la toma de posesión a la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña; haber enviado a su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y al secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, a Sinaloa; visitar el puerto de Acapulco para constatar los daños ocasionados por el huracán "John", fueron vistos como señales alentadoras de un cambio de dirección.

No fue casual que López Obrador haya impuesto a más de la mitad de los integrantes del nuevo gabinete presidencial. Como tampoco lo es que haya impuesto a los coordinadores morenistas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Tenía que asegurar la continuidad de la 4T y, sobre todo, tener la certeza de seguir imponiendo su voluntad.

Hemos visto cómo Claudia ha endurecido su discurso y radicalizado su postura. Hace unos días aseguró que no realizará reuniones o diálogos con representantes de la oposición, solo con los gobernadores, y que se enfocará a solo "dialogar con el pueblo". Dijo también que la oposición "será atendida por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez". Con lo que dejó de lado la narrativa de su discurso incluyente de su toma de posesión. El de "llegamos todas". Si no son morenistas, ni las verá, ni las escuchará.

Desde luego que es muy prematuro para analizar el desempeño de una nueva Administración, pero no deja de decepcionar el constatar que la Presidenta no da muestras de hacer escuchar su propia voz, no da muestras de imponer su impronta y de ejercer el liderazgo que los mexicanos mayoritariamente le otorgaron en las urnas. Porque en la boleta no aparecía López Obrador, como para que siga siendo él quien siga marcando el paso.

No tardará en que la gente comience a decir: "La que vive en Palacio Nacional es la Presidenta. Pero el señor que aquí manda vive en La Chingada".

Ladoscuro73@yahoo.com.mx

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