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Muerte frustra el ‘sueño americano’

Mueren ahogados mayoría de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos

El ahogamiento es la primera causa de muerte de los migrantes al momento de que se busca cruzar la frontera. (AGENCIAS)

GENARO CERVANTES 12 may 2024 - 08:35

El pasado 2 de febrero fueron recuperados los cuerpos de tres personas, presuntos migrantes, que murieron en su intento por cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos. Así se han ido acumulando las víctimas del llamado “Sueño Americano”. 

El World Migration Report 2024 destaca que el corredor de México hacia Estados Unidos es el más grande del mundo con casi 11 millones de personas que nacieron en el primer país y residen en el segundo. 

Un análisis a las causas de muerte de 9 mil 343 migrantes a lo largo de 10 años, establece que la mayoría han sido por ahogamiento, seguido por la categoría de “mixtas o desconocidas”, luego accidentes en vehículos o vinculadas a transporte; condiciones ambientales como extremas; luego violencia, enfermedad y muerte accidental. 

De la muerte y desaparición de migrantes en su camino por el continente americano deben señalarse otros factores, entre ellos el género, donde los hombres han sido los más prevalentes, pero desde 2018 se ha registrado un aumento en el número de mujeres que desaparecen o fallecen en su ruta. Siendo el 2022, el año más terrible. 

Mínimo cambio entre presidentes de Estados Unidos

Cifras del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indican que la frontera entre México y Estados Unidos es la más letal, donde más muertes y desapariciones se han registrado en los últimos 10 años. El periodo más grave fue el año 2022, ya con el demócrata Joe Biden (2021-2025) como presidente, donde se registraron 686 muertes y desapariciones.

Durante el periodo del entonces presidente Barack Obama (2009-2017) también registró un alto número de muertes y desapariciones, superando los 500 en 2014 y teniendo una reducción en sus últimos tres años. 

Con el republicano Donald Trump (2017-2021) y ahora Biden el panorama de la crisis se ha vuelto aún más tétrico, considerando que las cifras han escalado progresivamente de 414 muertes y desapariciones por año en 2017 a 636 en 2023, siendo el 2021 el peor año con 734. 

La frontera México-Estados Unidos ha dejado más de 5 mil 301 muertes y desapariciones en una década, mientras la del Darién, un cruce selvático entre Sudamérica y Centroamérica,  ha cobrado una fracción en el mismo periodo con un estimado de 415 desaparecidos.

Disuasión, política del gobierno de Estados Unidos

Fue en julio de 1994 cuando la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos comenzó a aplicar una estrategia de “prevention through deterrence”, que se traduce a “prevención a través de la disuasión” contra los migrantes.

Esta política delineada desde ese año comprendía aumentar el número de detenciones “hasta alcanzar un punto que muchos consideren es fútil continuar intentado cruzar ilegalmente”; concentración de recursos en la línea; maximizar la utilización de iluminación, bardeado y redirigir agentes a actividades en la frontera. 

Además, al disrumpir las rutas tradicionales de entrada o de tráfico se preveía que los migrantes fueran obligados a  cruzar a través de terreno más hostil, “menos adaptado para cruzar y más adaptado para obligarlos a obedecer las leyes”.

La implementación del plan estratégico de la Patrulla Fronteriza sería a través de múltiples fases y a lo largo del tiempo, detalla el documento. 

Sus resultados han quedado plasmados en reportes de las Naciones Unidas y el titular de un reportaje del diario The New York Times publicado en agosto de 2020: “Cómo una política de Estados Unidos convirtió el Desierto de Sonora en un panteón para migrantes”. 

Además de las cifras documentadas por la OIM, la Patrulla Fronteriza estimó hasta 2022 que unos 8 mil migrantes han muerto en la frontera sur con México desde 1998. Los autores del reportaje del NYT hacen un señalamiento “el número real es probablemente mucho más alto, pero incluso siguiendo los estimados de la Patrulla Fronteriza, es un ratio de un migrante muerto por día, cada día de los últimos 22 años”.

A la política federal se le ha sumado en años recientes la impulsada por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott (2015-presente), bajo el título “Operation Lone Star”, ha incrementado el riesgo y la seguridad de los migrantes en la frontera, según un reporte de Human Rights Watch (HRW).

Los agentes estatales han colocado alambre de navajas en las orillas del río Bravo y empujan a los migrantes de vuelta al agua, forzándolos a intentarlo por partes más riesgosas. 

Sumado a ello, un reportaje publicado en julio de 2023 por el diario The Wall Street Journal (WSJ) declaró que el estado había gastado dos años y billones de dólares “sin indicación de que haya resultado” su objetivo para frenar la inmigración. En cambio, se había documentado trato inhumano de migrantes como el negarles agua, pese a las altas temperaturas. 

Human Rights Watch señaló también que el programa ha llevado a heridas y muertes, “consistentemente violando los derechos de los migrantes y ciudadanos estadounidenses”, y “la supresión de libertades de asociación y expresión de grupos que brindan ayuda básica en Texas”.

Hasta noviembre de 2023, unas 74 personas habían muerto y al menos 189 habían resultado heridas en choques de autos debido a persecuciones de vehículos bajo la operación Lone Star. 

Actualidad

Un análisis de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) indica que si bien el arribo de migrantes a la frontera entre México y Estados Unidos ha disminuido en los primeros meses de 2024 se prevé que la tendencia sea temporal. 

Una de las razones más significativas ha sido el esfuerzo del gobierno mexicano para frenar el tránsito de personas en el país, lo que ha elevado los reportes de agresiones a migrantes, mientras grupos de ellos se acumulan en México. 

WOLA también descarta que las políticas anti inmigrantes de Texas expliquen el declive y afirma “no ofrecen un camino hacia adelante”.

Es por ello que se estima que al mediano plazo los niveles de migración en la frontera regresen a sus niveles altos, por lo que urge al gobierno de Estados Unidos a incrementar el presupuesto al proceso de asilo y el manejo de casos que esperan un juicio.

“La situación en la frontera no es una crisis, es un problema administrativo”, afirma.  

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