Niño no murió de balonazo; investigan al padre por posible maltrato
El Siglo de Durango informó de manera oportuna, en primera instancia, del internamiento en la clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social de un menor de 10 años de edad, a quien se le apreció hemorragia intraparenquimatosa, el pasado 20 de enero.
Cuatro días después, el menor, identificado como Jesús Adrián, dejó de registrar los signos vitales, en donde la madre del niño mantenía la versión de que el 18 de enero su hijo recibió un balonazo en la cabeza, mientras jugaba futbol en su escuela.
Sin embargo, ese día el agente del Ministerio Público ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) para la práctica de la necropsia de ley, la cual arrojó que la hemorragia no se produjo por un balonazo, sino por algo más contuso.
Diferentes versiones en las entrevistas con los familiares e inconsistencias en la investigación llevó al personal de la Fiscalía General del Estado de Durango a una hipótesis, la cual señala al padre del menor como el probable responsable del golpe en la cabeza que derivó en la muerte del pequeño, quien tenía su domicilio en el fraccionamiento Río Dorado.
Ahora las autoridades investigan el hecho como un probable homicidio, en donde están a la espera de las órdenes de aprehensión para los padres del menor, uno por presunto actor material, y la madre, por encubrimiento.