Nuestra seguridad nacional y el mundo global donde vivimos

Nuestra Ley de Seguridad Nacional vigente, reformada en varias ocasiones en la anterior administración, establece preservar soberanía e independencia, 'mantener orden constitucional, 'fortalecer instituciones democráticas, 'preservar unidad del Pacto federal, 'proteger del espionaje, sabotaje, terrorismo y otros que pongan en riesgo estabilidad e integridad del territorio. Tiene escasos resultados en su cumplimiento y no abarca temas contemporáneos como cambio climático, ciberseguridad ni desigualdad y pobreza estructural. Soslaya interconexiones internas y externas existentes. Muchas de nuestras amenazas internas tienen causas interrelacionadas con el exterior. "Insistiendo en el criterio fallido que la política interior hace una buena política exterior".

Aborda parcialmente riesgos a sectores energético, comunicaciones, transportes y ´la cooperación internacional previstos en la ley 'contemplando sin buenos resultados la seguridad fronteriza y el combate al crimen transnacional. Reacciona ante amenazas cuando se presentan sin prevenirlas y especula sobre pobreza, desigualdad y acceso a servicios.

Requerimos incluir ciberseguridad, cambio climático, desinformación, desigualdad social con perspectiva de desarrollo sostenible, fortalecer mecanismos de cooperación interinstitucional e internacional, estableciendo estrategias preventivas, no solo reactivas, basadas en inteligencia estratégica.

"Nuestra Ley de Seguridad 'desdeña ideológicamente' el vínculo geopolítico y geoestratégico entre sus vertientes interna y externa como lo demanda el mundo global que vivimos".

'Recuperemos la protección integral frente a amenazas que estamos comprobando comprometen soberanía, independencia, estabilidad, desarrollo permanente y sustentable' retornando a las visiones internas y externas de las interdependencias mundiales y regionales que nos beneficien como Estado.

Examinemos riesgos y amenazas internas que laceran cohesión social, paz pública y desarrollo económico. Lucha contra delincuencia organizada, narcotráfico, violencia generalizada y delitos de alto impacto. Estabilidad política y social fracturada por corrupción, conflictos sociales, pobreza extrema y desigualdad. Protección de infraestructuras digitales-sistemas de información crítica. Previendo y respondiendo oportuna y eficazmente a fenómenos naturales como terremotos, huracanes e inundaciones.

Identificando amenazas provenientes del entorno mundial que impacten territorio nacional y ámbito geopolítico. 'Ubicando en su exacta dimensión' las relaciones bilateral-trilateral con EUA-Canadá y otros socios clave cumpliendo tratados comerciales y migratorios. Protegiendo soberanía territorial de conflictos fronterizos, delitos transnacionales y flujos migratorios descontrolados. Participando en la lucha contra redes internacionales de tráfico de armas, personas, drogas e impactos negativos en recursos estratégicos como el agua y alimentos.

Reconocer que las amenazas no operan de forma aislada y están interconectadas. Que tolerar la violencia interna facilita su crecimiento y exportación como redes internacionales del crimen organizado, mientras que el cambio climático agrava la pobreza, aumentando la inestabilidad social interna.

Regresemos a la búsqueda 'de ese estado dinámico' de protección integral del país que garantiza soberanía, estabilidad, desarrollo sostenible y bienestar de nuestra población frente a amenazas, tanto internas como externas, mediante la acción coordinada del Estado y la sociedad. Que implica 'la defensa de la soberanía y el territorio nacional' frente a riesgos geopolíticos y transnacionales. 'Protección de la integridad física y derechos del ciudadano asegurando justicia, igualdad y acceso a oportunidades.

Prevenir y mitigar riesgos globales' como el cambio climático, ciber amenazas, pandemias y desastres naturales. 'Fortalecer el Estado de Derecho' y las instituciones democráticas combatiendo la corrupción e impunidad con transparencia y rendición de cuentas.

"Enlazar amenazas sociales, económicas, políticas y ambientales internas, logrando la interconexión interna-externa para integrar seguridad pública, desarrollo nacional y política exterior como ejes inseparables. Responder eficazmente a los impactos del entorno cambiante y sus desafíos globales.

Los desafíos de nuestra política exterior en estos momentos son la retórica antimexicana y enfoque hostil del señor Trump que presagia tensiones en seguridad, migración y comercio 'obligando reforzar nuestras respuestas sustentadas en el diálogo diplomático.

Responder a sus agresivos colaboradores, defendiendo nuestra soberanía 'mostrando resultados en combate al crimen transnacional 'y utilizando estrategias de comunicación veraces' que neutralicen su narrativa.

Las posturas canadienses alineándose con EUA en disputas comerciales, demandan fortalecer cooperación bilateral en áreas estratégicas como energía y migración.

"Estos retos en nuestro espacio geopolítico-geoestratégico sobre migración-comercio y narcotráfico nos emplazan a implementar un manejo interno y diplomático sensato y contundente en la relación bilateral con EUA y la trilateral con Canadá, como nuestros principales generadores de empleo y socios comerciales".

Cuidando que nuestros posicionamientos en foros globales como el G20 se hagan propuestas como la lucha por la paz y contra las guerras, desigualdad, derecho a vida digna 'sustentándolos con logros validados, evitando diferencias entre el discurso internacional y la realidad interna.

"Equilibrando iniciativas de compromisos internacionales con realidades nacionales, confirmando congruencia de nuestra política exterior 'porque al interior ya logramos o estamos muy cerca de dar estos beneficios a nuestra población permanentemente".

* El autor de esta colaboración es General de División Diplomado de Estado Mayor y Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales.