Durango

 
CIL

Personas con discapacidad se preparan en CIL para integrarse al mercado laboral en Durango

Cada uno, con una historia de superación personal, dan lo mejor de sí mismo para obtener un empleo.

Personas con discapacidad se preparan en CIL para integrarse al mercado laboral en Durango

DENICE RAMÍREZ 13 nov 2024 - 14:43

En el fraccionamiento Huizache II, de la ciudad de Durango, se encuentra el Centro de Integración Laboral (CIL) que ofrece capacitación en diferentes oficios y habilidades para la vida a personas con discapacidad, para que puedan encontrar un trabajo o autoemplearse.

A lo largo de los años, muchos de los graduados del CIL, han logrado integrarse al mercado laboral en diferentes sectores, desde tiendas comerciales de cadena, hasta autolavados, cocinas económicas, planchadurías y empresas privadas. Incluso algunos han logrado obtener empleo en dependencias gubernamentales como el DIF.

El CIL celebra más de 30 años de trabajo, durante los cuales ha apoyado a alumnos de distintas edades, desde los 15 hasta los 46 años. Cada uno con una historia de superación personal, acompañado del respaldo de su familia.

ATENCIÓN

La directora Elena Margarita Arámbula Morales señala: "Atendemos a personas con discapacidad intelectual, motriz, auditiva, del lenguaje y discapacidad múltiple".

Entre los estudiantes también se incluyen casos de autismo, síndrome de Down y personas que utilizan silla de ruedas. El único requisito es que los alumnos sean independientes en su movilidad, o que los padres se hagan responsables de sus necesidades si usan silla de ruedas.

Los jóvenes provienen de diferentes zonas de la ciudad y, junto con el apoyo de sus familias, desarrollan habilidades que les permiten acceder al mercado laboral o aprender destrezas para la vida diaria.

Tras la pandemia de COVID-19, la matrícula del CIL disminuyó. Algunos estudiantes abandonaron sus estudios, otros se cambiaron a diferentes instituciones y, lamentablemente, algunos fallecieron. Sin embargo, otros siguen adelante, casi a punto de finalizar su capacitación de cinco años.

TALLERES

Los talleres que ofrecen son: cocina, organización, panadería, corte y confección, lavado de autos, carpintería y belleza.

El taller de carpintería es uno de los más demandados, tanto por los alumnos como por los padres, y puede albergar hasta 12 estudiantes para brindarles una atención personalizada.

De acuerdo con sus habilidades, los alumnos realizan diversas tareas: algunos se encargan de lijar la madera, otros forman parte de equipos que ensamblan muebles, y hay quienes operan herramientas más complejas como taladros.

Según comenta el maestro del taller, Mario Humberto Vizarraga Ortiz, "fabricamos material didáctico para escuelas, como portacelulares, servilleteros, cofres, repisas, baúles y hasta muebles grandes como tocadores, zapateros, puertas de tambor, burós y cabeceras".

HABILIDADES

En el taller de belleza los jóvenes aprenden desde tratamientos para la cara, hasta cortes de cabello, maquillaje y uñas, que primero van practicando entre ellos y cuando dominan las técnicas ofrecen sus servicios para demostrar su habilidad.

Los alumnos del taller de Organización, son capaces de trabajar en las tiendas, acomodar y clasificar productos, pero también hasta realizar cortes de caja.

En el caso de los chicos del lavado de autos preparan sus actividades y se organizan, muchas ya empezaron a laborar pero siguen preparándose.

DESTACAN

Como en cualquier institución educativa, en el CIL hay muchos alumnos que destacan por su dedicación y habilidades, y que además ayudan a sus compañeros.

En el taller de panadería, por ejemplo, algunos se encargan de organizar la preparación de productos como donas, bizcochos, pasteles y empanadas.

Los productos que elaboran se venden para adquirir más materiales e ingredientes, y en ocasiones los alumnos se llevan a casa parte de sus creaciones.

Algunos de los estudiantes que están trabajando para volverse más autosuficientes e independientes son: Lupita Escobedo, Tania, Ricardo Martínez, Gabriel Rocha, Marco Alejandro Ortiz, Luis Javier Ramos y Karim Shade.

Se preparan para una vida cotidiana más cómoda, alejándose de la dependencia de sus cuidadores.

A partir del próximo año, entrará en vigor una nueva norma que establece que la edad máxima para ingresar a la escuela será de 26 años.

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Durango