Várices. Es un problema de salud que en muchos casos, aunque se trate con cirugía y se elimine, vuelve a salir.
Un poco más del tres por ciento de la población adulta suele presentar problemas de ulceras vascular (várices) y el año pasado el número de consultas por este motivo creció en un 13.5 por ciento.
Saúl Nevárez Jiménez, jefe de Prestaciones Médicas del Seguro Social, dijo que en el año 2022 se otorgaron 368 consultas de segundo nivel de atención por úlceras vasculares y en el año 2023 se dieron 418 consultas por este motivo, un aumento del 13.5 por ciento.
El jefe de Prestaciones Médicas señaló que las várices se clasifican en telangiectasias, várices reticulares, várices tronculares dependientes de la insuficiencia de la vena y várices de las malformaciones congénitas.
La úlcera vascular se define como una lesión elemental con pérdida de sustancia cutánea, producida por alteraciones en la circulación, ya sea venosa o arterial, que afecta a las extremidades inferiores y que habitualmente se localiza en el tercio distal de la pierna.
Con el paso del tiempo esta lesión tiende a cronificarse, en una lesión dolorosa que dificulta la movilidad y altera la propia imagen corporal; "el dolor es frecuente y puede ser grave, continuo e incapacitante, y tiene carácter crónico y es una enfermedad que vuelve después de curarse con una alta tasa de recurrencia. Su prevalencia es aproximadamente del tres por ciento de la población adulta", dijo Nevárez Jiménez.
Entre los síntomas se encuentran: dolor de piernas, que puede hacer que estas se sientan pesadas o cansadas; úlceras o llagas en la piel causadas por circulación deficiente en las venas que no se curan o son recurrentes; engrosamiento y endurecimiento de la piel de las piernas y de los tobillos.
Ante cualquier signo o síntoma de alarma, recomendó acudir con el médico familiar para tener el primer contacto de revisión y ser derivado a segundo nivel de atención para su diagnóstico oportuno.
El Siglo de Durango