Quinto poder
Durante la última parte del siglo XIX, el siglo XX y lo que ha transcurrido del siglo XXI se ha caracterizado a los medios de comunicación como un poder fáctico, adicional a los tres poderes constituidos tradicionalmente: ejecutivo, legislativo y judicial.
Los medios de comunicación, entendidos como una fuerza que moldea la percepción de la población de cualquier país mediante una narrativa dirigida a beneficiar una posición política y, al mismo tiempo, disminuir las simpatías de la misma población por otra postura política.
La posibilidad de aumentar o disminuir las preferencias de población hacia una u otra posición política es lo que les ha ganado a los medios de comunicación el calificativo de "cuarto poder".
Tan presente está ese poder que recientemente la candidata ganadora a la gobernatura de Veracruz ratificó lo dicho por el propio Presidente, respecto a que altos ejecutivos de la mayor empresa televisora del país le pidieron 200 millones de pesos a cambio de no transmitir mensajes negativos para su campaña; es preciso también mencionar que tanto el Presidente como la candidata ganadora no han presentado pruebas que corroboren esa versión.
Una carta pública distribuida por los abogados de Ismael "El Mayo" Zambada, el líder criminal con mayor peso en el país y detenido hace unos días en los Estados Unidos, ha abierto de nuevo el debate acerca del papel que juega el narcotráfico en la estructura de poder en nuestro país.
Lamentablemente esta presencia ha ido aumentando con los años, de tal manera que muy probablemente podemos hablar de un "quinto poder" en México. Desde hace décadas es sabido que las mafias criminales han infiltrado a las policías municipales de policía en todo el país y en años recientes se ha documentado, al menos periodísticamente, la influencia que han tenido los grupos de la delincuencia organizada para direccionar el voto en las zonas que controlan, apoyando a ciertos candidatos, con los que presumiblemente tienen acuerdos.
La carta que publicó mediante sus abogados el líder de la delincuencia organizada da cuenta, de ser cierta su versión, de la influencia que puede llegar a tener el crimen organizado en los gobiernos locales, tanto municipales como estatales.
El estado de Sinaloa puede considerarse como una entidad federativa con características muy particulares, dadas las décadas que el gobierno y la sociedad han convivido con el crimen organizado.
La afirmación que el líder criminal hace en su carta, de ser cierta, es demoledora: menciona que uno de sus escoltas es miembro activo de la policía estatal, además de que, según su dicho, tenía una reunión agendada con los líderes de la otra facción del crimen organizado en Sinaloa, por los que fue traicionado y llevado contra su voluntad a los Estados Unidos, con el gobernador de Sinaloa y con Héctor Cuén, el líder del grupo político que controla la Universidad Autónoma de Sinaloa, para resolver una disputa entre los dos políticos por el control de esa universidad.
Es preciso mencionar que el Gobernador de Sinaloa ha negado de manera categórica tal versión. Independientemente de que se crea o no la versión del líder de la delincuencia organizada, ya que no se alcanza a visualizar cuál es la importancia que tiene la Universidad Autónoma de Sinaloa para el crimen organizado, y que, adicionalmente, la carta hace un llamado a evitar la violencia, cuando precisamente eso es lo que se esperaría de una traición de esa magnitud, dados los códigos con los que se comportan las organizaciones criminales.
Lo cierto es que el dirigente del grupo político que ha controlado la Universidad Autónoma de Sinaloa por muchos años está muerto, el capo de mayor importancia en México está detenido en los Estados Unidos, por lo que tiene incentivos para colaborar con las autoridades de ese país, como lo han hecho ya miembros de su familia más cercana, como su hermano o su hijo.
X: @jesusmenav