Inspiración. Saltimbanqui continuará su viaje con sus pequeños títeres buscando que sus historias muevan conciencias.
Con una propuesta sencilla en su forma, pero reivindicativa en su fondo, y que va más allá de la risa, se presenta el grupo mexicano Saltimbanqui en el festival internacional de títeres Titirimundi en Segovia (España).
'Cuentos de México' es un espectáculo a partir de diversos cortos teatrales de títeres, personajes que cobran vida a través de diferentes técnicas de manipulación.
Desde las marionetas a los títeres de guante, los de varilla o incluso a las propias manos asemejando el cuerpo del títere, modificando sus voces gracias a una lengüeta que los titiriteros se colocan en el paladar, los mexicanos hacen las delicias del público.
RISA CONTRA EL ESTRÉS QUE AYUDA A PENSAR
Detrás de La Cuca, don Pedro o Juan Calavera, algunos de sus personajes, se encuentran Eduardo y Siria González, creadores de Saltimbanqui, que en un par de años cumplirán medio siglo dedicándose al teatro de títeres con un fin que trasciende del simple pasatiempo.
Aunque éste no deje de tener su importancia "porque el arte sirve para destensar las situaciones de estrés general", señala Sira González.
La titiritera pone como ejemplo de esta filosofía de vida el último terremoto de Acapulco en su país: "Hay que estar preparados para todo y para reír mucho más".
Pero, más allá de la risa, Saltimbanqui quiere hacer pensar al espectador.
"El títere es maloso por excelencia. Desde que aparecieron los títeres, estos buscan enfrentar a la gente con su realidad", afirma Eduardo González, que a través de los personajes a los que da vida busca crear una conciencia social con sus historias costumbristas de la sociedad mexicana, aunque sin abandonar la esencia improvisadora del teatro de calle que interactúa con el público.