Miles de personas salieron a las calles de la gran mayoría de las provincias de Siria, y también de Damasco, después de que los rebeldes islamistas se hicieran con la capital del país árabe y la declararan "libre" del presidente Bachar al Asad, que se aferró al poder durante 24 años.
Medios árabes como la cadena de televisión privada catarí Al Jazeera difundieron imágenes de grandes concentraciones de gente en la Plaza de los Omeyas, en el centro de Damasco, y de ciudadanos inmortalizando con sus móviles el clima de júbilo en la capital siria tras la caída de Al Asad.
Horas desúés, el depuesto presidente sirio, Bachar al Asad, llegó a Rusia, cuyas autoridades le dieron refugio tras apoyar militarmente a su régimen durante la última década.
"Asad llegó junto a su familia a Moscú. Rusia, partiendo de criterios de carácter humanitario, le ofreció asilo", informó el Kremlin.