Tamara Samsonova, la abuela rusa que se convirtió en caníbal
Tamara Samsonova fue una de las criminales más escabrosas de las que se tiene registro, pues, si bien, su lista de víctimas no es tan grande, la brutalidad con la que estas fueron masacradas es lo que convirtió a la apodada por los medios como 'la abuela caníbal' en una de las peores asesinas seriales en la historia.
Nacida en la ciudad de Uzhur, Samsonova fue una persona que tuvo una vida relativamente normal, graduándose de la Universidad Estatal Lingüística de Moscú con honores y casándose años después con Alexei Samsonova, con el cual se mudó a San Petersburgo para trabajar en el prestigioso Grand Hotel Europa, el cual alojó a algunos famosos de la talla de Elton John, Ígor Stravinsky o Gustavo V de Suecia.
Inicios criminales
Tras su retiro, el horror dio banderazo con la desaparición del marido de Alexei, persona que jamás fue encontrada por las autoridades, pero que, según fuentes extraoficiales, fue la primera víctima de Tamara; muchos afirman que, incluso, llegó a comerse su carne y disolvió los restos en ácido.
Tras la supuesta 'desaparición' de su esposo, Samsonova comenzó a rentar su departamento, lugar en donde incluso logró encontrar a algunas de sus víctimas, con las cuales practicaba el mismo modus operandi, pues lograba que sus víctimas perdieran el conocimiento con un medicamento de nombre phenazepam, para después, desmembrarla y comerse sus restos.
Valentina Ulanova
La razón por la cual Tamara fue arrestada fue porque uno de sus asesinatos fue captado parcialmente por las cámaras de seguridad del edificio en donde vivía, pues Valentina Ulanova, vecina de Samsonova, fue brutalmente destasada y comida, antes de que la propia mujer se deshiciera de sus restos en una hoya y diversas bolsas.
Esto causó que las autoridades pudiera dar con ella, cuando decidieron arrestarla y llevarla a la corte del distrito en San Petersburgo, en donde fue declarada como un peligro para la sociedad y como mentalmente inestable, aunado a que se le descubrieron 14 asesinatos hechos de entre el 2000 al 2015, razón que fue suficiente para mandarla a una institución mental de la cual no ha salido ni saldrá jamás.