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Una voz silenciosa: La lucha por la inclusión de las personas sordas en Durango

En México, hasta el año 2020, la población con discapacidad o limitación en la actividad cotidiana fue de un millón 350 mil 802 personas.

Una voz silenciosa: La lucha por la inclusión de las personas sordas en Durango

JUAN M. CÁRDENAS 21 jul 2024 - 12:57

Miles de personas sordas enfrentan barreras de comunicación que les impiden acceder a servicios básicos, educación y oportunidades laborales. Esta situación ha motivado a un grupo de ciudadanos comprometidos a alzar la voz; más bien, las manos en defensa de los derechos de la comunidad sorda.

Misael Barraza, fundador de la asociación civil Señantes Duranguenses, compartió su visión sobre esta problemática y los esfuerzos que se realizan para superar esta desigualdad en un sector amplio de la población que permanece segregado.

El objetivo principal de Señantes Duranguenses es doble: defender al gremio de intérpretes y profesionalizar la práctica de la interpretación en lengua de señas. “Queremos invitar a las personas interesadas en la lengua de señas, pero llevarlas a un nivel más allá, que es la interpretación”, explica Barraza Castañeda. “No es lo mismo ser un hablante que un intérprete; se requiere otro tipo de educación”.

La lengua de señas, surgida de la necesidad de comunicación de las personas sordas, ha evolucionado más allá del simple manual de deletreo. Hoy en día, el enfoque es expresar conceptos complejos complejos a través señas que representan ideas completas. Sin embargo, Barraza Castañeda señala que el verdadero canon no es tanto el idioma como la actitud. “Ha visto situaciones donde la gente se bloquea al ver a una persona sorda, sin intentar siquiera comunicarse por escrito o mímica”, lamentó.

La exclusión es una realidad que afecta tanto a la comunidad sorda como a la oyente. Esta situación se agrava en el ámbito educativo, donde la falta de apoyo institucional y de maestros capacitados en lengua de señas limita separa a la separación de las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes sordos.

De acuerdo con datos INEGI, la población con discapacidad o limitación en la actividad cotidiana en México hasta el año 2020 fue de un millón 350 mil 802 personas con discapacidad para oír aun usando aparato auditivo; mientras que en Durango el volumen de población alcanzó las 19 mil 271 personas.

Sin embargo, Barraza Castañeda advierte que no todos conocen la lengua de señas, lo que complican más su integración social y educativa. “Hay adultos mayores y niños que nunca han sido a la lengua de señas”, señala.

La importancia de contar con más intérpretes radica en garantizar el derecho al libre acceso a la información y a la educación de las personas sordas.

A pesar de la importancia evidente que representan los intérpretes en la comunicación entre las personas sordas y el entorno social ya mencionado, dicha labor se enfrenta a retos importantes. “Todavía es muy difícil vivir de esto”, confiesa Misael Barraza.

“Trabajamos esporádicamente, y cuando se enteran de nuestras tarifas, a menudo se sorprenden”

Ante esta situación, Señantes Duranguen ofrece cursos de lengua de señas para el público en general que consta de 20 horas por 870 pesos, material incluido. Además, se está desarrollando un “Club Señal” para fomentar la práctica y la convivencia entre personas sordas y oyentes.

La detección temprana de la sordera es crucial para el desarrollo lingüístico de los niños. Barraza enfatiza la importancia de exponer a los niños sordos a la lengua de señas desde una edad temprana, aunque se reconoce que existe cierta resistencia por parte de algunos padres.

El panorama en Durango es poco alentador en al número de intérpretes disponibles. “En nuestra asociación somos solo 4 intérpretes certificados y 2 en proceso. En toda la ciudad, no creo que seamos más de 20”, revela Barraza.

Esta cifra es particularmente preocupante considerando que la Ley de Educación del Estado establece que las instituciones educativas del sector público deberán contar con apoyo de intérpretes de lengua de señas mexicana, además del material necesario para su aprendizaje.

De hecho, el artículo 77 BIS establece que se debe incluir la enseñanza del Sistema de Escritura Braille y la Lengua de Señas Mexicana “en la educación pública y privada, que complementen los conocimientos de los alumnos con discapacidad”.

A pesar de los obstáculos, Señantes Duranguens continúa su labor de concientización y capacitación. Su misión es clara: construir puentes de comunicación que permitan a la comunidad con discapacidad auditiva participar de manera cotidiana en la sociedad duranguense.

Esta asociación civil y su fundador saben que el camino hacia la inclusión es largo, pero cada seña aprendida, cada intérprete y cada institución que se suma al esfuerzo, representa un paso más hacia una sociedad verdaderamente accesible para todos.

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