'Yo sí doy mordida, pero pegué la calca': Conductor en campaña de Coparmex
Ilse se acercó al conductor de un automóvil para pedirle permiso para pegar una calcomanía alusiva a la campaña "Yo no doy mordida". El conductor, un varón, le respondió que él sí daba "mordida", pero que igualmente colocara la estampa.
La campaña, iniciada por la Coparmex hace tres semanas, busca incentivar a los conductores a evitar la famosa "mordida" a los agentes de vialidad y así combatir la corrupción. Sin embargo, parece que no ha tenido el efecto deseado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, Durango es el undécimo estado con mayor percepción de corrupción, donde el 85 por ciento de las personas de 18 años o más considera frecuentes este tipo de actos.
La Coparmex, junto con diversas asociaciones y cámaras empresariales, decidió iniciar la campaña "Yo no doy mordida". Desde hace tres semanas, están colocando calcomanías en automóviles para desalentar la corrupción.
Sin embargo, la realidad es distinta. Cuando quienes promueven la campaña se acercan a los automovilistas para colocar la calcomanía, se encuentran con tres frases recurrentes. La primera es simplemente un "sí, adelante", sin más explicaciones.
La segunda respuesta común es: "pues pégala, pero yo sí doy 'mordida'", añadiendo que las infracciones son muy caras y que es más barato ofrecer la "mordida" al oficial de Vialidad.
La tercera frase, también frecuente, es: "los tránsitos me dicen que esa calcomanía para qué, pero igual pégala; ya se me cayó la anterior".
Muchos automóviles llevan la calcomanía, pero, a pesar de ello, los conductores siguen ofreciendo la famosa "mordida" en los retenes, especialmente en los puntos de revisión de antialcohol durante los fines de semana.