Valiosa. Esta fruta tropical cuenta con más del doble de vitaminas y minerales de las que tienen el plátano y la naranja.
Cuando se habla de la mejor fuente para obtener vitamina C, casi siempre se piensa en la naranja o cualquier otro cítrico. Si se piensa en potasio lo primero que llega a la mente es el plátano.
Y aunque es completamente cierto que estas frutas son fuentes ideales para obtener dichas vitaminas, existe una más que puede brindar mayores niveles de ellas, con una sabor muy especial y exótico.
Se trata de la chirimoya, una fruta tropical originaria de los Andes, conocida por tener un sabor cremoso que combina notas de plátano, piña y pera.
Su pulpa blanca, suave y jugosa, la convierte en una de las frutas más apreciadas tanto por su sabor como por sus múltiples beneficios para la salud.
Esta fruta es una joya nutricional, destacándose precisamente por se una excelente fuente de fibra, vitamina C y potasio.
Y es que la chirimoya contiene alrededor de tres gramos de fibra por cada 100 gramos de fruta.
Esto contribuye a una digestión saludable, previene el estreñimiento y ayuda a regular los niveles de colesterol, beneficiando la salud cardiovascular.
Tiene aproximadamente 20 mg de vitamina C por cada 100 gramos, por lo que fortalece el sistema inmunológico, favorece la producción de colágeno y actúa como un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres.
Sobre el potasio, contiene grandes cantidades, alrededor de 380 mg por cada, ayuda a mantener el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo, regula la presión arterial y promueve una función muscular adecuada.
Y además tiene compuestos antioxidantes, que junto con el potasio y la fibra, ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Así, la chirimoya es una valiosa opción de vitaminas y minerales que no debería quedar fuera de la dieta.