Los retos del 2025
El inicio de año trae consigo la esperanza de un nuevo comienzo. Se tiene la ilusión de que las cosas serán diferentes, que es una oportunidad para cumplir metas y hacer realidad sueños.
En Durango hay muchos retos por enfrentar en el 2025. Uno de estos, sin duda, es el tema económico. Según los integrantes de la iniciativa privada, el 2024 fue muy complejo y varios de ellos apenas y tuvieron trabajo, como fue el caso de los constructores.
Por su parte, el comercio establecido no alcanzó los niveles de ventas de años anteriores y algunos decidieron cerrar sus puertas o bien, operar de manera informal; es necesario implementar incentivos para apoyar a las empresas que cumplen con la ley y pagan impuestos, pues son las que en gran parte sostienen el país.
Si la suspensión temporal de exportación de ganado a Estados Unidos y la sequía se prologan, tanto la ganadería como la agricultura, piezas claves de la economía local, requerirán de apoyos extraordinarios.
El gobernador del estado, Esteban Villegas Villarreal, indicó que en el próximo mes de diciembre se tendrán los 27 mil empleos que ha prometido con la llegada de al menos 30 nuevas empresas a la entidad. Por supuesto, una buena parte de los ciudadanos esperan con ansia más oportunidades laborales, mejores salarios y mayores prestaciones. Pero aún faltan muchos meses para esto, mientras tanto, hay que sobrevivir como sea posible.
Otro tema importante es reforzar las tareas de seguridad en el estado, pues aunque se presume que Durango es uno de los lugares más seguros del país, existen circunstancias que ponen en riesgo el estatus que tanto pregonan. La violencia no cesa en los estados vecinos de Zacatecas, Sinaloa y Chihuahua. Además, en la entidad se han registrado hechos por demás lamentables, como el multihomicidio ocurrido en Santiago Papasquiaro, donde tres "paisanos" fueron ejecutados y uno más resultó gravemente herido.
En este año, el estado también enfrentará un proceso electoral local en el cual se renovarán las 39 presidencias municipales. A lo anterior se le unirá la elección del Poder Judicial que sigue sin pies ni cabeza, por lo que las autoridades electorales tendrán un enorme desafío; ojalá salgan victoriosos.
Los tres niveles de gobierno deberían tener como objetivo prioritario atender la salud mental de los duranguenses. Por desgracia, 175 personas decidieron quitarse la vida durante el 2024; entre las víctimas hay una niña de 11 años de edad y en su mayoría eran personas en edad productiva.
Aunque las autoridades en la materia aseguran contar con una estrategia definida para la prevención del suicidio, los números indican que no dio los resultados esperados. Es preciso recordar que en el 2023 fueron 166 muertes por esta causa en todo el estado, es decir, hubo un ligero incremento en el año recién concluido.
Existen muchos otros asuntos por atender en el 2025, sin embargo, los dejaremos para una próxima ocasión. Por mi parte, le deseo el mayor de los éxitos en sus planes personales y le agradezco de nueva cuenta su amable lectura.
PUNTO Y APARTE.- Tal y como lo vaticiné la semana pasada en este mismo espacio, la noche de Año Nuevo se convirtió en un peligro debido a las intensas balaceras que se registraron en varias partes de la ciudad capital en cuanto el reloj marcó las 12 de la noche.
De nada sirvió el llamado realizado por el secretario de Seguridad Pública del Estado, Óscar Galván, referente a que se abstuvieran de hacer "Vivas". Según él, confiaba en la buena voluntad de las personas, pero al final no le hicieron caso.
El operativo anunciado por parte de todas las corporaciones de seguridad no inhibió esta vieja costumbre de disparar al aire, revelando la impresionante cantidad de armas que hay en Durango.
Se habla de al menos cuatro personas heridas por balas perdidas durante el festejo de Año Nuevo, algunos aquí en la capital otros en al interior del estado, aunque por fortuna, sin fallecimientos hasta el momento.
También hubo cuantiosos daños materiales, sobre todo en vehículos estacionados en la vía pública que recibieron impactos de bala. Los afligidos propietarios deberán pagar de su bolsillo las reparaciones, sin la más remota posibilidad de obtener justicia. Es la historia que por desgracia se repite una y otra vez.
Nos leemos en X: @citlazoe