Más Allá del Arquetipo

En un mundo que a menudo prefiere narrativas simples y etiquetas convenientes, las figuras provocativas, desafiantes y, sobre todo, necesarias son las mujeres difíciles. Roxane Gay explora magistralmente este concepto en sus ensayos y obras, llevándonos a reflexionar sobre las complejidades subyacentes de la experiencia femenina y también sobre las expectativas que la sociedad impone a las mujeres.

Roxane Gay, autora de textos fundamentales tan diversos como "Bad Feminist" y "Hambre", no deja lugar para la auto ilusión. En claro contraste con la visión aceptada de la mujer ideal, la madre abnegada, la esposa sumisa, la amiga siempre complaciente, nos presenta mujeres que son imperfectas, que sienten rabia, que están en combate tanto con demonios internos como externos, y que con frecuencia no encajan en moldes preconcebidos.

Una de las grandes contribuciones de Gay es dar voz a aquellas mujeres que han sido burladas o ignoradas. Por ejemplo, en su ensayo "Bad Feminist", realiza una autocrítica donde dice que es una feminista que no siempre actúa como se espera de ese movimiento. ¡Ah, pero esto no es una fuente de debilidad para ella! Es, más bien, una fuente de fuerza. Deja en claro que ser una mujer difícil no es una falla, sino un reconocimiento, una celebración de nuestra propia humanidad. Las mujeres difíciles son aquellas que se niegan a ser resumidas en un solo aspecto de su ser; que se atreven a ser complejas, a expresar diferentes opiniones y a vivir sus verdades sin disculpas.

Sin embargo, la sociedad a menudo reacciona con hostilidad ante esta complejidad. Algunas mujeres son consideradas incompatibles con ciertos valores básicos y se les etiqueta como de comportamiento peligroso o son condenadas por la sociedad. La ira y el resentimiento pueden ser manipulados por la demonización obvia para obligar a las personas a guardar silencio sobre la política. Esto es aún más así porque permite una retórica que mantiene límites tan estrechos.

En sus escritos, Gay ofrece una interpretación alternativa de estas historias y argumenta por las experiencias únicas que las mujeres, un superávit sobre la Tierra, están aportando a los hombres y avanzando.

En "Hambre", Gay narra su propia historia de obesidad, violencia sexual y una búsqueda exhaustiva de aceptación. Este ejercicio nos muestra que las "mujeres difíciles" no son solo aquellas que se apartan del molde, sino también mujeres que están en sus propias batallas con ellas mismas.

La dificultad de rechazar el sistema radica en gran medida en llegar a un acuerdo con uno mismo en un mundo que constantemente nos dice que deberíamos ser diferentes.

Por lo tanto, el término "mujeres difíciles" es tanto un imperativo como una invitación. Evoca no solo la historia particular e individual de una determinada mujer, sino, de hecho, todas las historias que son reales para cualquiera de nosotras, independientemente de lo complejas que puedan llegar a ser.

La complejidad nos empodera como mujeres, o eso dice la escritora feminista Roxane Gay. O, dicho de otra manera, si permitimos que las mujeres sean lo que realmente desean ser, enriquecen el tejido de nuestra sociedad.

Es hora de dejar ir el miedo a la dificultad. Es hora de escuchar a mujeres que son lo suficientemente valientes como para ser complicadas, que desafían las expectativas de las personas y que demuestran con su valentía que la verdadera fuerza reside en el valor. En un mundo que tan a menudo busca simplificaciones, lo que hace que las cosas sean aún más difíciles, las mujeres difíciles nos recuerdan que la vida no es más que un hermoso caos de contradicciones. Tomemos la sugerencia de Roxane Gay: Valoremos la dificultad, valoremos la complejidad y sobre todo aprendamos a escuchar.