Guardia. Los habitantes de Peñón Blanco se turnan para montar guardia y evitar que se inicie la construcción del panteón en zona de mucha agua.
Los habitantes del municipio de Peñón Blanco se han manifestado en contra de la construcción de un panteón en un terreno donde el nivel freático es muy alto, ya que a solo dos metros de profundidad se encuentra humedad en la tierra. Aseguran que esta obra podría contaminar el manto acuífero de la zona.
Rita Esther Lozano Reyes, alcaldesa de Peñón Blanco, destinó aproximadamente 350 mil pesos para la compra de ocho mil 500 metros cuadrados de terreno con el propósito de edificar el nuevo panteón municipal. Inicialmente, los habitantes no se opusieron al proyecto, pues reconocían la necesidad de contar con un nuevo cementerio.
Sin embargo, cuando comenzaron las excavaciones, se percataron de que la humedad aparecía a los dos metros de profundidad, y a los dos metros y medio ya había agua. Ante esta situación, solicitaron a la Alcaldesa reconsiderar la ubicación y buscar otro terreno más adecuado.
Ismael Torres, juez de Cuartel de la colonia Juárez, ubicada en las afueras del municipio, advirtió que el terreno elegido se encuentra a menos de 100 metros de un pozo de agua. Los residentes de esta colonia fueron los primeros en expresar su preocupación al constatar que la napa freática o el agua subterránea tiene una profundidad máxima casi a nivel del suelo.
"Este terreno no es apto para la construcción de un panteón. Apenas se excaven las fosas, comenzará a brotar agua, lo que hará imposible su uso. Además, la contaminación del manto freático es un riesgo real", explicó Ismael Torres.
A pesar de estas advertencias, la Alcaldesa insiste en continuar con el proyecto e intentó iniciar las obras esta semana. Sin embargo, la oposición de los habitantes ha impedido el avance de los trabajos.
Gabriela Torres, hija de Ismael Torres, relató que incluso una de las personas que más apoyaban la construcción en ese sitio cambió de opinión tras ver la cantidad de agua en el terreno. Esta persona ofreció a la Alcaldesa dos hectáreas de su propiedad para la edificación del panteón, una superficie más del doble de la adquirida por el Municipio.
"Le ofrecieron un terreno más grande y sin los problemas de humedad, pero ella insiste en hacer la obra donde asegura que ya gastó dinero, aunque aún no se ha realizado ninguna mejora en el lugar", comentó Gabriela Torres.
Ante esta situación, los habitantes han solicitado la intervención de las autoridades estatales, en particular de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para hacerle ver a la edil que la ubicación elegida no es adecuada.
Mientras tanto, los pobladores han decidido mantener guardias permanentes en el terreno para impedir que inicien los trabajos.