Tormenta invernal en Durango: asistencia a escuelas fue de apenas el 25%

Este regreso a clases registró una de las afluencias de alumnos más bajas, de entre el 20 y 25 por ciento, debido a la presencia de la segunda tormenta invernal. En algunas escuelas, incluso, cerraron las puertas y no hubo clases.

Blanca Emilia Reyes Ibarra, directora de Educación Básica “B”, informó que todas las escuelas abrieron sus puertas para el regreso a clases este jueves.

Los maestros regresaron de vacaciones desde el pasado martes siete de enero, porque regresaron a un taller de dos días y para tener todo preparado para el reinicio de clases.

Sin embargo, tras el comunicado de las autoridades, en el que se indicaba que fueran los padres quienes decidieran si llevaban a sus hijos a clases, debido a la segunda tormenta invernal, la afluencia de alumnos fue muy baja.

Reyes Ibarra aclaró que, según los primeros reportes de las escuelas en la zona urbana, la asistencia de niños fue de entre el 20 y 25 por ciento. "En algunas escuelas es mayor y en otras es mucho menor", puntualizó.

Zona rural, preparados para inclemencias

Además, destacó que el comportamiento de la asistencia en las escuelas urbanas es diferente al de las rurales, donde, por lo general, los niños están acostumbrados a asistir a la escuela a pesar de las inclemencias del tiempo.

Mencionó como ejemplo la zona serrana, donde los niños desean regresar a clases y asisten a la escuela a pesar de las condiciones climáticas. Incluso, los salones están acondicionados con chimeneas de leña, y cada niño lleva uno o dos troncos para mantener el calor en el aula.

Zona urbana, con mayor ausentismo

El mayor ausentismo se registra en las zonas urbanas, donde, de acuerdo con comentarios en redes sociales, algunos padres que llevaron a sus hijos tuvieron que regresarse con ellos porque la escuela estaba cerrada.

En otros casos, los padres decidieron llevar a sus hijos de vuelta a casa o dejarlos con algún familiar al ver la poca asistencia de alumnos, y la mayoría de los casos, los padres decidieron no molestar por la mañana a sus hijos y dejarlos dormir más, a pesar de que el termómetro marcó 10 grados centígrados a las ocho de la mañana.