Se regulariza el abasto de agua en Guadalupe Victoria

Después de haber padecido la suspensión de agua potable en todos los barrios, colonias y fraccionamientos, los ciudadanos de esta cabecera municipal y los poblados de Ignacio Ramírez e Ignacio Allende poco a poco han podido tener nuevamente el vital líquido en sus hogares y negociaciones, algunos desde el viernes. Aunque aún persiste la zozobra en el sentido de si volverá a pasar lo mismo el próximo mes.

Fueron días difíciles, pues la ciudadanía se enfrentó a una realidad impensable para algunos hace tiempo, pues se comprueba que, en efecto, el agua es vida.

La suspensión en el suministro de agua potable tuvo su origen debido a que el organismo de Gobierno Municipal denominado Sistema Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Sideapas) no pudo hacerle frente al adeudo por concepto de energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ante esta falta de pago, la dependencia retiró la corriente de energía eléctrica con la que funcionan los pozos.

La justa molestia que dicha medida ocasionó en la comunidad no se hizo esperar, como es lógico de entender, pues muchas de las actividades cotidianas, económicas y hasta escolares debieron detenerse y por consecuencia retrasarse a causa de no tener agua en dichos lugares.

Fue el caso de escuelas primarias, las cuales por el calendario aún no concluyen sus actividades, las cuales suspendieron con la finalidad de no exponer a los menores a un problema de salud mayor por carecer de agua para mantener limpias las áreas de estudio, recreación y los sanitarios.

Los locatarios del mercado, por su parte, manifestaron su enfado pues por sus actividades de venta, sobre todo en los negocios de comida, fue muy complicado trabajar sin tener agua potable en sus respectivas llaves para el lavado de trastes y utensilios de cocina, con lo que se elevaron los costos al tener que comprar garrafones del vital elemento.

Las pipas del Municipio, particulares y hasta de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) o de otros municipios que prestaron, como el de Pánuco de Coronado, que suministraron el agua al Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a su cisterna de 10 mil litros, no se daban abasto para llevar agua.

Hoy día, la ciudadanía sigue molesta pese a que ya hay agua de nuevo en las llaves, pues piden a la autoridad que ejerza mano dura contra todos los ciudadanos morosos que sin responsabilidad alguna no pagan a tiempo dicho servicio.

Asimismo, demandan también un mejor desempeño y manejo en la administración de los recursos por parte de las autoridades municipales encargadas de este rubro.