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Un edificio singular en Durango

Javier Guerrero Romero

En 1942 se anunció la construcción en la ciudad de Durango de uno de los edificios que se convertiría en un icono de la ciudad, se trata del primer edificio de más de tres niveles que se realizaría y que vendría a dominar el paisaje urbano.

El Edificio Durán, conocido popularmente por su principal establecimiento, el Hotel Casablanca, se proyectó inicialmente como un edificio para oficinas. El anuncio de su construcción era, sin duda, un signo de prosperidad para la capital del estado y mostraba que Durango se encaminaba como todas las principales ciudades a la modernidad.

Este edificio, originalmente para oficinas y departamentos, fue encargado al arquitecto Gustavo Mirabal, en la Ciudad de México, quien en su despacho diseñó la obra. Los trabajos se iniciaron de inmediato y en pocos años se había levantado ya la estructura del entonces más elevado edificio de la ciudad.

La obra fue concluida por el arquitecto Mirabal y en 1945, sin que se hubieran dado a conocer las razones, se cambió la vocación del proyecto para ser transformado en un hotel.

Se llamó entonces al arquitecto Juan Vanegas Piña para que concluyera los trabajos del edificio. Los recubrimientos de cantera y materiales prefabricados permitieron con relativa facilidad las modificaciones hechas por el arquitecto Vanegas. Esta fue la primera construcción elevada, realizada en Durango gracias a la utilización del concreto y el acero.

PUNTO DE ENCUENTRO

El restaurante “La Galería” del Hotel Casablanca es, sin duda, un punto de encuentro de la comunidad. La tradición y el buen servicio han hecho de este espacio uno de los lugares preferidos en la ciudad, a pesar de la apertura de nuevos y modernos restaurantes y cafés en el centro de la ciudad. El Casablanca sigue siendo punto de referencia y centro de reunión.

Por las mañanas es común encontrar las mesas del restaurante completamente llenas, ocupadas por los huéspedes, pero sobre todo por los funcionarios y políticos de la localidad en animadas reuniones; a media mañana los artistas e intelectuales se reúnen a tomar café, por la tarde los huéspedes y las familias de Durango acuden a la comida, por las tardes grupos de señoras y amigos se congregan a comentar los sucesos del día y por la noche en un ambiente bohemio amenizado por el piano de Pedro Rocha y Sida o de Guillermo Ramírez, se realizan veladas agradables, sugestivas y de gratos momentos.

DELICIAS AL PALADAR

El restaurante del Hotel Casablanca, ubicado en la planta baja del lobby del Edificio Durán, es, sin duda, uno de los lugares que conservan la tradición y el buen sazón de la comida de Durango.

Le recomiendo las extraordinarias enchiladas rojas. Son de un sabor indiscutiblemente durangueño, en salsa de chile rojo seco, con un inesperado sabor dulce. Francamente un manjar al paladar.

Si desea otra comida tradicional de Durango, pida el clásico caldillo durangueño, tómese su tiempo, vale la pena la espera para disfrutar de este extraordinario platillo de chile pasado, típico de la región.

Las tardes lluviosas de nuestra ciudad hay que disfrutarlas con un humeante y espumoso chocolate, preparado a la manera popular. Acompáñelo naturalmente con los insustituibles cuernitos de nuez, “cuando hay”.

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QUÉ VER

Obras de arte

La galería de pinturas que se encuentran en el restaurante, integrada por más de una veintena de obras, es una muy buena colección de arte, principalmente de autores de Durango.

Destacan dos pequeños murales montados sobre paneles transportables, uno del pincel de Rojo Garrido realizado en 1976 y el otro una naturaleza muerta fechada en 1959, de la que lamentablemente se desconoce el autor, así como una serie de acuarelas y acrílicos de Guillermo Bravo.

En el descanso de la escalera del lobby que lleva al mezanine podrá apreciar un curioso mural al óleo realizado por Hipólito Juárez en 1954, que posiblemente influyó en el mural por Sandoval en las escaleras del Palacio de Gobierno. Este mural representa a los antiguos edificios de dos pisos, con bellas arcadas que se encontraban en la Plaza de Armas frente a la Catedral, demolidos en 1917.

PARA CURIOSOS

Una de las joyas que conserva el hotel, y es prácticamente desconocida, es un espléndido mural en acrílico realizado en 1965 por Guillermo Bravo, que se encuentra localizado en la sala del pequeño bar del hotel. Este espacio cerrado al público desde hace más de quince años ha hecho que esta obra de espléndida factura sea prácticamente desconocida. Para conocerlo deberá pedir permiso para tener acceso a este lugar, desde una pequeña puerta en la calle, contigua al estacionamiento ubicado por la calle Zaragoza.

Si tiene oportunidad de estar en la oficina de la gerencia del hotel, ubicada al lado derecho del mezanine, podrá conocer el apunte que se conserva del proyecto original del hotel realizado por el arquitecto Mirabal.

A ambos lados del mezanine podrá encontrar una colección de nueve pinturas al óleo realizadas sobre tela por el taller de Hipólito Juárez en 1955, en las que el autor evoca diferentes momentos y edificios simbólicos en la historia de la ciudad, desde el descubrimiento del Cerro del Mercado en 1552, hasta, naturalmente, la inauguración del Hotel Casablanca en 1948.

FICHA TÉCNICA

El Edifico Durán, conocido popularmente como Hotel Casablanca, se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad, a escasas dos cuadras al poniente de la Catedral, en la esquina de la avenida 20 de Noviembre y calle de Zaragoza.

El hotel, con servicio de cuatro estrellas, es uno de los más tradicionales de Durango y se ha caracterizado por el excelente servicio y amabilidad de todo su personal.

Escrito en: Durango, arquitecto, Hotel, ciudad,

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