Ayer, alrededor de las 11 de la mañana, falleció el intelectual y creador del término “durangueñeidad”, Héctor Palencia Alonso, a la edad de 70 años tras padecer cáncer terminal, enfermedad que lo llevó a la cama y en donde luchó incansablemente.
Pizu Enríquez, directora de Comunicación Social del Instituto de Cultura del Estado de Durango, de donde Palencia Alonso era director, informó que falleció en el Instituto de Seguridad Social y de Servicios para Trabajadores del Estado (ISSSTE) alrededor de las 11:00 horas.
UN GRAN LECTOR
“A él le preocupaban muchos sus ojos, ya había recobrado un poco la vista. Pero quería seguir leyendo, le desesperaba no poder leer. Además que su columna no la podía escribir”, dijo.
Agregó que el Lic. Palencia, como le decía la mayoría de la gente, en los últimos días sufría de terribles dolores, por eso se le suministraban analgésicos constantemente.
“La doctora Campos, su compañera, siempre lo cuidó, estaba entregada a él con amor, tolerancia y paciencia. Cuando al Licenciado le entraban sus crisis ella estaba ahí para tranquilizarlo”, declaró.
Por otro lado, informó que el cuerpo de Héctor Palencia Alonso será velado en Funerales Hernández Analco, en la Sala “La Piedad”, y que de 10:00 a 12:00 horas de este día se le rendirá un homenaje luctuoso en las instalaciones del ICED. Posiblemente de ahí sea trasladado al Edificio Central de la Universidad Juárez del Estado de Durango, para recibir otro homenaje, debido a que por muchos años fue catedrático de la Facultad de Derecho.
En punto de las 16:00 horas se realizará una misa en el templo de San Agustín, para después ser sepultado (al cierre de la edición no se sabía en que panteón).
A Héctor Palencia Alonso le sobreviven su esposa Leonor Campos y sus hijos: Mónica, Gabriela, Martha y Fabián.
ABOGADO DE PROFESIÓN
Héctor Alfonso Palencia Alonso nació el 3 de marzo de 1934 en una de las casas coloniales de la calle Hidalgo, en esta ciudad capital. Sus padres fueron Pedro Palencia, práctico en la medicina, y Valentina Alonso. Inició sus estudios de educación primaria en su ciudad natal, continuando su enseñanza secundaria en el antiguo Instituto Juárez de Durango y la carrera de Abogado en la Escuela Libre de Derecho de la capital de la República Mexicana.
Como estudiante fue inquieto y se distinguió por la dedicación al estudio y su afición al periodismo y a la oratoria. Durante su estancia en la escuela primaria siempre perteneció al Club de Periódico Mural y como consecuencia estuvo bajo su responsabilidad la línea de información de la escuela.
El 3 de noviembre de 1942, a la edad de ocho años, ya figuraba su nombre y fotografía en las páginas de un periódico de la localidad como corresponsal. Por lo que a la oratoria se refiere, también fue una de sus grandes aficiones desde pequeño. Siendo alumno de primer grado de primaria pronunció su primer discurso en público a nombre de sus compañeros de grado en un festival escolar.
UN ORADOR TRIUNFADOR
En 1950, a la edad de 14 años, pronunció el discurso oficial en la ceremonia que se organizó con motivo de declarar ciudad a la población de Guadalupe Victoria.
Como estudiante de secundaria en el Instituto Juárez alcanzó el honor de triunfar en el Quinto Concurso de Oratoria, contra rivales tan experimentados como lo era el entonces estudiante de derecho Gonzalo Salas. En la Escuela Libre de Derecho de la Ciudad de México también fue campeón escolar de oratoria durante los años de 1954, 1955 y 1956, cuando estudiaba su carrera de Abogado y posteriormente, ya siendo profesionista, le tocó pronunciar la oración fúnebre ante el féretro de la excelsa cantante duranguense de fama internacional Fanny Anitúa.
Como estudiante fue dedicado y estudioso, afirma Manuel Lozoya Cigarroa en su libro “Hombres y mujeres ilustres de Durango”, lo cual le permitió alcanzar altas calificaciones. Durante los estudios de la carrera de Abogado fueron sus maestros José Ángel Ceniceros, Ezequiel Padilla, Raúl Cárdenas, entre otros. Presentó examen profesional con la tesis “Reflexiones sobre un derecho penal penitenciario”, trabajo que recibió la máxima distinción de “Laureles de Oro”, presea que concede la institución a trabajos excepcionales por su calidad.
SIRVIÓ A SU PATRIA
Con el deseo de servir a su patria chica, al terminar sus estudios se trasladó a su tierra natal, donde ejerció algunos puestos como: Procurador de la Defensa del Trabajo, vocal representante del Gobierno del Estado en la Comisión Agraria Mixta, agente del Ministerio Público Federal para asuntos agrarios y forestales en Durango, agente del Ministerio Público Federal en las entidades de Puerto Vallarta, Tlaxcala, Aguascalientes y Guadalajara, jefe de Consultoría en la Procuraduría General de la República de México.
Como periodista y escritor su pluma fue ágil y productiva, colaboró en diferentes épocas en varios periódicos de la localidad, así como en El Siglo de Torreón y revistas como Horizontes de México, Criminalia, entre otras.
Entre sus libros publicados figuran “Apóstol del pensamiento libre”, “Sepulcros blancos”, “Músicos de Durango”, “Cocina durangueña”, “Apuntes de cultura durangueña”.
Fue presidente de la Academia Durangueña de Historia y del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Durango. Recibió varias preseas y diplomas de labor social que realizó y por el impulso permanente que ofreció a la cultura en general. Admiró mucho a los hermanos Revueltas, incluso al Festival Tonalco le cambió el nombre por Festival Revueltas, en honor a los hermanos de Santiago Papasquiaro, Durango.
Héctor Palencia Alonso falleció ayer aún siendo director del ICED, al cual no asistía desde marzo pasado, aproximadamente, debido a que su enfermedad lo alejó de dicho puesto, el cual le trajo muchos dolores de cabeza y críticas. Descanse en paz el enamorado de Durango, el creador del término “durangueñeidad”, el gran lector y amante de los libros, el que sin lugar a dudas dejará un hueco dentro de la intelectualidad de Durango.
IMPULSOR
Un personaje importante
Al ingresar como director del Instituto de Cultura del Estado de Durango, Héctor Palencia Alonso prometía mucho, desafortunadamente dicho cargo sólo le trajo críticas y enemistades con muchos de los creadores duranguenses.
Pero hay que reconocer la labor que Héctor Palencia hizo en pro de la cultura durangueña. Fue el primer director de la Casa de la Cultura, proyecto por el que luchó y el que se hizo posible hace 25 años. Al frente de dicho centro cultural impulsó varios programas. Todos los domingos organizaba un programa en donde se realizaban conferencias, charlas, conciertos; los participantes no cobraban ni un centavo, todo era gracias a las amistades que el director tenía con grandes personalidades.
También fue el creador del Concurso Internacional de Ópera “Fanny Anitúa”, de donde surgió Fernando de la Mora. Al frente del ICED impulsó el Concurso Nacional de Composición “Silvestre Revueltas”, que solamente se organizó durante dos años.
Muchos creadores duranguenses criticaron a Héctor Palencia Alonso por su desempeño frente al ICED, uno de ellos fue el escritor Óscar Jiménez Luna, que dijo al enterarse de su fallecimiento: “Héctor Palencia Alonso es, sin duda, uno de los personajes durangueños más importantes de la mitad del siglo XX. Junto con Olga Arias, Alexandro Martínez Camberos y Beatriz Quiñones, constituyó una personalidad muy valiosa en las tareas culturales de Durango”, dijo.
Destacó dos de los libros de Palencia Alonso: “Músicos de Durango” y “Apuntes de cultura durangueña”.
“Tuve muchas afinidades y diferencias con él. Compartimos la admiración por Ramón López Velarde, por ejemplo. Pero su desempeño como funcionario público nos distanció. Lo lamento de verdad, como también lamento su fallecimiento”, declaró.
Para finalizar dijo: “su hermano Víctor Samuel y sus hijos Gabriela y Fabián siempre han tenido, sin embargo, un buen trato para mí. Les envío mis condolencias que saben que son sinceras”.
FICHA TÉCNICA
NOMBRE: Héctor Alfonso Palencia Alonso.
FECHA DE NACIMIENTO: 3 de marzo de 1934.
FECHA DE FALLECIMIENTO: 31 de agosto de 2004.
HONRAS FÚNEBRES: Funerales Hernández Analco.
HOMENAJE LUCTUOSO: Instituto de Cultura del Estado de Durango.
HORA: 10:00 a 12:00 horas.
PROBABILIDAD: Al parecer al concluir el homenaje luctuoso en el ICED, el cuerpo será trasladado al Edificio Central de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
MISA: Templo de San Agustín.
HORA: 16:00 horas.
SONDEO
“Un gran intelectual, un estupendo conversador, un brillante orador y un apasionado de los libros y la lectura. Lo traté en el ámbito profesional, siento mucho su pérdida para la intelectualidad de Durango, porque soy amigo de su familia”, Víctor H. Galván, teatrista.
“Tuve la fortuna de colaborar con el Lic. Palencia desde que fue director de la Casa de la Cultura de Durango y siempre recibí atenciones y gentilezas. Tenía una cultura muy amplia y fue un apasionado de la cultura y la historia de Durango”, Elia María Morelos, declamadora.
“Es lamentable para Durango la pérdida del Lic. Palencia. Fue un hombre dedicado al estudio, era una personalidad muy importante en Durango. Un gran creador. Es una pérdida que todos los duranguenses lamentamos”, Gabino Martínez, historiador.
“Quiero rescatar su capacidad como educador de muchas generaciones en la UJED y su permanente esfuerzo como cronista de la cultura durangueña. Como ser humano era una excelente persona y un gran conversador”, Petronilo Amaya, poeta.
“Toda muerte es lamentable. Creo que fue un orador muy bueno, un buen erudito y un gran platicador. No pudo salvar el obstáculo de la brecha generacional que lo separó de los creadores durangueños más jóvenes que él”, Fernando Andrade, pintor.
“Tuve muchas afinidades y diferencias con él. Compartimos la admiración por Ramón López Velarde, por ejemplo. Pero su desempeño como funcionario público nos distanció. Lo lamento de verdad, como también lamento su fallecimiento”, Óscar Jiménez, escritor.