Soñar con frecuencia un número especial, tener predilección por un determinado número, confiar en especial por alguno de ellos, tiene su significado y revela cierta mística y magia que tienen qué ver con las inclinaciones espirituales y expectativas intelectuales de todo ser.
Los números son claves del universo, anagramas del destino, y es por ello que desde tiempos remotos los hombres de ciencias se han preocupado por descifrar sus secretos.
No se trata de ecuaciones, cálculo diferencial, ni siquiera de una suma, sino de la alianza y de la influencia que aportan a los seres humanos y de los estudios que se han hecho al respecto.
En las escuelas egipcias de misterios, de donde proviene el significado místico esotérico de los números, el gran avatar Hermes Trismegio dio las primeras enseñanzas que después difundieron las escuelas “Herméticas”.
De ahí llegan los griegos y Pitágoras, a quien se debe principalmente el conocimiento del sentido oculto de los números. La otra cara de los números es apasionante y con ellos se puede modificar la conducta de armonía, ya que ellos rigen absolutamente el trayecto en la Tierra y ahora se puede decir que sirven para sumar deudas y restar pagos.
cero
Considerado el cero como el círculo primero, la esfera y lo asociaron con las estrellas dándole u significado cósmico. Es la forma perfecta, el origen, el germen de todo y el desenvolvimiento máximo de lo divino.
La teoría cosmológica sobre los números es la única capaz de conciliar la materia y el espíritu, y hacer que una manifieste al otro, matemáticamente.
Todo el sistema vital del universo, todas las verdades de la filosofía tienen por clave los números. A través de los símbolos ocultos de los números se podía y se puede descifrar el sentido verdadero de las sagradas escrituras de todas las religiones, así como múltiples y trascendentales conceptos sobre el origen del hombre y su paso por la tierra.
uno
Este número llamado también “monada”, era la idea original de la existencia, el principio de toda vida y movimiento. Es el padre, lo perfecto, la creación y el símbolo de la generación humana. Simboliza el germen de la vida creadora y el poder masculino.
dos
La “Dúada” tenía como equivalente a la madre, o sea el principio pasivo, la materia pura. Los números uno y dos, juntos eran el padre y la madre, que al fusionarse daban origen al tres o al hijo.
tres
La “Tríada”, es la primera forma geométrica cerrada: el triángulo. Es el resultante de la unión de los números uno y dos; significa el engendrado, la cruz.
En el orden divino la trinidad jerárquica: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y el frente triangular de los templos que todos han visto como un simple y sencillo adorno.
En las tres condiciones de la materia; inercia, movimiento y ritmo; además de las tres verdades: conducta, ética y armonía.
cuatro
La “Tétrada” constituye los cuatro brazos de la cruz, y el nombre de Dios, que es de cuatro letras en todas las religiones.
El cuadrado simple simboliza principalmente a los cuatro elementos terrestres: el fuego, el aire, el agua y el éter.
También los cuatro ritmos vitales del año que marcan las estaciones; los iniciados en las escuelas herméticas o de misterios se sometían a cuatro pruebas básicas que correspondían a los elementos, y conforme a ello, cada cuatro años, en Eulesia, celebraban los festivales sagrados y la consagración de los hombres iniciados en las escuelas de misterios.
Al mismo tiempo, cada cuatro años realizaban los Juegos Olímpicos y renovaban el valor de Atenea Promaco, diosa de la sabiduría.
cinco
La “Pentalfa”, tiene como origen el hombre estelar con los brazos extendidos y las piernas separadas en señal de saludo a Dios.
La cruz ansada o Anka, egipcia, equivale a lo mismo. El cinco es la mitad del camino a la perfección que es el diez; por eso existieron las cinco razas escogidas; también tenemos los cinco sentidos para avanzar en el camino, los cinco dedos de las manos y se habla de la “quintaesencia”, refiriéndose a los máximos secretos de los alquimistas de la Edad Media.
Las formas de evolución en la Tierra y sus reinos son el número cinco: mineral, vegetal, animal, humano y divino. Las pirámides guardan sus secretos en cinco caras que tienen.
seis
Seis son los ángeles que cuidan a la divinidad. Poseen una constitución séxtuple al tener en sí los seis principios humanos, menos el físico, que es el séptimo.
Seis es el doble triángulo, el macrocosmos y el microcosmos. Un triángulo que mira al mundo inferior o maligno y otro triángulo que apunta al mundo superior o divino.
Este número representa en el Zodiaco la división de los doce signos celestes entre masculinos y femeninos.
siete
Este número representaba el hombre-templo, el templario, ser de perfección que tenía las siete virtudes básicas y los siete principios del cosmos.
Dijes y joyas que se creen caprichosos, o con un significado cristiano, son en realidad el símbolo del número siete: un triángulo dentro del cual se localiza una cruz.
El espectro solar tiene siete rayos; siete son los planetas que intervienen en la constitución humana, siete son las reencarnaciones de vida.
Siete, también son las piedras preciosas que influencian al hombre; siete los perfumes cuya vibración pertenece a la tónica planetaria. Los siete días de la semana se rigen por siete planetas; siete son las claves de interpretación de los libros antiguos, y siete sus sellos simbólicos; siete son los chacras o puntos de energía del ser humano, siete fueron las razas que dieron origen a la humanidad, y siete las subrazas. El siete en sí, es la suma de la tríada divina y los cuatro brazos de la cruz humana.
ocho
Es el doble cuatro, la proyección o desdoblamiento del físico y lo espiritual, la pureza y la resurrección. El “Óctuple Sendero de Buda” son siete pasos, el ocho es el elemento liberador. Es el santo ocho que muestra la materia y la esencia en perfecto equilibrio.
nueve
Es una cifra positiva, masculina, el triple triángulo, el umbral de la perfección, por eso los novenarios que se rezan por los muertos; nueve días de perdón y plegarias para reintegrarse al décimo, a Dios y a la paz eterna. Los griegos también tenían su novenario: las nueve musas, casi perfectas, y los nueve senderos para llegar al “Todo”.
diez
La “Década” es la unión del número uno, el origen, y el cero, lo perfecto. Es, por lo tanto, el principio y el fin del sendero en el camino de la perfección.
Diez meses lunares presiden la gestación humana. La década en sí, es la suma de: El uno (mónada) que es la creación, más el dos la evolución, más el tres la manifestación divina, y el cuatro, la naturaleza y los ritmos biológicos.
El resultado son todos los elementos terrestres, humanos y divinos. Diez: Causa y efecto, origen y finalidad de todas las cosas y seres creados.