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Reparación, ¿vale la pena el gasto?

Cuando la lavadora no lava, la plancha ya no calienta o el estéreo no suena, ¿qué es lo primero que te viene a la mente? ¿Piensas en si valdrá la pena mandarlos reparar o si es mejor comprar nuevos aparatos?

La vida ya no es como antes, cuando comprar un aparato electrodoméstico representaba un gran gasto y cambiarlo por otro nuevo era la última de todas las opciones. Ahora, los electrodomésticos son más accesibles y, por tanto, muchas veces la gente prefiere (sobre todo en el caso de los de menor tamaño) comprar uno nuevo en lugar de llevarlo a reparar.

LA ESCUESTA

Derivado de una encuesta que la Profeco aplicó a cinco mil 831 personas en la zona metropolitana de la Ciudad de México –que de alguna manera tiene relación con todo el país-, resultó que los aparatos reparados con mayor frecuencia (entre 50 y 60 por ciento de las ocasiones) son las lavadoras, refrigeradores, componentes de audio y televisores.

Asimismo, en términos generales los usuarios de estos servicios mostraron un alto grado de satisfacción con las reparaciones, por lo que aun la calificación más baja, correspondiente a compostura de componente de audio, fue bastante buena (8.8).

¿VALE LA PENA?

Sea como fuere, la decisión de reparar o no se reduce a dos elementos: cuánto representa el costo de la reparación con respecto al costo de un aparato nuevo, y las innovaciones tecnológicas recientes en el caso de cada tipo de electrodoméstico.

En el anexo “Conveniencia” se presentan algunos rangos que quizá puedan ayudarte a decidir. La tabla presenta los rangos de precios frecuentes de los distintos aparatos encontrados en diversos establecimientos comerciales durante junio de 2004, así como el porcentaje que sobre este precio costaría una reparación típica.

Según se ve en la tabla, el único caso en que el costo de la reparación probablemente exceda el 40 por ciento del costo del aparato nuevo en el rango de antigüedad probable (dos a tres años), son las videocaseteras, por lo que se recomienda reemplazarlas a partir de ese momento si presentan alguna falla; sin embargo, en este caso no se puede recomendar la simple adquisición de un modelo nuevo, dado que debe considerarse la posibilidad de cambiar de tecnología y comprar un reproductor de DVD.

Por lo que respecta a las lavadoras, cuyo costo de reparación tiende a incrementarse con los años de uso, probablemente resulte incosteable repararlas después de ocho años de antigüedad, pues en ese punto su costo de reparación máximo se acerca al 50 por ciento del precio de una nueva.

Los refrigeradores todavía son costeables de reparar entre los ocho y los diez años de antigüedad. Pero se recomienda su reemplazo debido a las mejoras tecnológicas de la última década, ya que un modelo previo a 1995 es extremadamente ineficiente en el consumo de energía eléctrica, comparado con los estándares actuales. Incluso, modelos relativamente recientes, con fecha de fabricación previa al 2003, consumen considerablemente más electricidad que los modelos más nuevos, por lo que se sugiere considerar el reemplazo de aparatos que se descompongan en el rango de antigüedad frecuente (cinco a ocho años).

Por su parte, en componentes de audio y televisores, cuyo costo de reparación no es un factor importante en el rango total de años de uso, se sugiere considerar el reemplazo si la descompostura se presenta entre los ocho y los diez años de uso, a fin de no quedarse tan rezagado respecto a las nuevas tecnologías, como televisores de pantalla plana, de plasma o LCD, y componentes de audio que reproducen música grabada en formato MP3.

En lo referente a las licuadoras y planchas, cuyo costo de reparación es mínimo durante toda la vida del aparato, se recomienda repararlos aunque tengan diez años de antigüedad.

ELLAS DICEN

Pero son finalmente las amas de casa quienes tienen la última palabra y ellas, mejor que nadie, saben cuáles son los electrodomésticos que más les importa conservar en buen estado y reparar inmediatamente.

En el caso de Liliana Alemán –madre de cuatro hijos, tres de secundaria y uno de primaria- su lavadora es fundamental y, sea nueva o recién reparada, no puede estar sin ella una semana.

“Lavar a mano es algo a lo que las amas de casa nos acostumbramos a veces –todas lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo-, pero a medida que crecen los hijos las necesidades de una lavadora aumentan, pues la ropa es más pesada para lavar a manos; por eso, la lavadora es para mí el electrodoméstico más importante”, asegura.

En otra situación está Manuela Flores. Ella es viuda y sus cuatro hijos ya están casados y tienen su propia familia. Al preguntarle acerca de sus prioridades, ella respondió que, al vivir sola, lava muy poca ropa –quizá una vez a la semana, y en realidad poca-. Unas veces lo hace en su lavadora y otras a mano, lo cual no le representa dificultad alguna. En esta etapa de su vida, es quizá la televisión el aparato eléctrico que más le importa tener en buen estado, pues la entretiene cuando el día termina y ya no hay más quehacer, que en realidad es poco para ella.

En segundo lugar, Liliana piensa en la estufa y el refrigerador, por las necesidades normales de alimentación y conservación de la comida. En su caso, su estufa y su “refri” valen todavía una compostura. Al final habla de la licuadora, la plancha y la TV, en el caso de la primera y la segunda, si de plano se descomponen prefiere comprar otras, pues su precio no es muy elevado. En cuanto a la TV, le gustaría comprar otra más nueva, la que tiene ha salido buena, pero ya tiene sus años y está un poco atrasada.

Por su parte, Manuela considera que el refrigerador es muy importante, pues ella conserva los alimentos, más que prepararlos. Poco es lo que hace de comer, sólo para ella, y en realidad ya no hace todos los días ni con la misma dedicación que cuando estaban su esposo y los hijos. Luego están la estufa, la licuadora y la plancha. Por su presupuesto más reducido, Manuela todavía mandaría componer estos últimos, aunque el precio de los nuevos aparatos no es muy elevado, le parece mejor mandarlos arreglar.

En conclusión, son varios los factores que influyen en la decisión de reparar los electrodomésticos, incluso de tipo personal, y cada ama de casa tiene sus propias razones para mandar arreglar o comprar nuevos aparatos.

De cualquier manera, es bueno considerar las sugerencias del anexo “Conveniencia” para tomar la mejor decisión.

Recuerda que también en la prestación del servicio de reparación –especialmente cuando se trata de hacer valer la garantía-, Profeco te apoya en caso de una mala atención. Puedes llamar al 825 3325, o acudir a la delegación, en Zaragoza 110 Sur.

CONVENIENCIA

La mejor elección

Ciertas condiciones de los aparatos electrodomésticos indican al usuario si ya es tiempo de cambiarlos o procurar su reparación.

ELECTROD. APARATO 1 2 3 4 5

Mayor Lavadora 59.5% 9.3 1,300/6,000 18.0% 1-8

Refrigerador 56.9% 9.3 1,300/7,000 17.9% 1-5

Menor Licuadora 33.6% 9.5 140/600 23.3% 1-10

Planchas 20.1% 9.2 100/400 29.5% 1-10

Electrónica Audio 52.9% 8.8 2,000/7,000 17.3% 1-8

Televisión 58.3% 9.3 1,500/7,000 12.5% 1-8

Videocaset. 42.7% 9.3 900/1,300 42.0% 1-2

NOTAS: 1, porcentaje de aparatos que se reparan; 2, calificación de los consumidores a la reparación; 3, lapso en el precio de un aparato; 4, porcentaje del costo de reparación sobre el precio del aparato nuevo; 5, lapso de los años en los que aún se recomienda repararlos; después, hay que pensar en la conveniencia de comprarlos nuevos.

FUENTE: Estudio Profeco.

RECOMENDACIONES

Debes tomar en cuenta

Antes de mandar arreglar tus electrodomésticos, considera estas sugerencias:

*Si te decidiste por la reparación, considera contratar un taller especializado en la marca de tu aparato, con lo cual incrementarás las posibilidades de que la reparación sea satisfactoria.

*Prefiere siempre un taller debidamente autorizado, que elabore presupuestos y utilice órdenes de servicio por escrito, así te será más fácil exigir tus derechos en caso de problemas.

*Asegúrate de que en la reparación se utilicen partes y piezas nuevas, si es que aún se encuentran en el mercado.

*Antes de comprar un electrodoméstico mayor, revisa la etiqueta amarilla sobre la eficiencia energética que debe tener anexa en un lugar visible, a fin de determinar su consumo de energía eléctrica al año y el porcentaje de ahorro con respecto a un módulo anterior.

FUENTE: Profeco.

¿SABÍAS QUE...?

... Según los estándares actuales, en modelo previo a 1995 es extremadamente ineficiente en el consumo de energía eléctrica.

Escrito en: reparación, costo, caso, comprar

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