Agencias
México, DF.- Con un saldo de cinco ejecuciones en Sinaloa, el asesinato de un jefe policiaco en Baja California y el enfrentamiento entre agentes de la PFP y estudiantes, México vivió ayer un sábado negro debido a la violencia generada por causas ligadas al narcotráfico.
Un par de pistoleros asesinó ayer al director de Seguridad Pública municipal de la ciudad de Rosarito, Carlos Bowser, en el estado mexicano de Baja California en la frontera con Estados Unidos, informó la procuraduría estatal.
Según la información oficial, Bowser se disponía a subir a su vehículo cuando fue atacado por la espalda por un hombre que le disparó a corta distancia con una pistola, y de inmediato otro hombre se acercó por el frente para rematarlo con un arma larga, al parecer un fusil Ak-47.
Cinco nuevos asesinatos violentos se registraron en Sinaloa en diferentes municipios del estado, Guadalupe Estrada Ramos, coordinador de síndicos y comisarios, del municipio de Concordia, recibió un tiro en el cuello, durante un aparente asalto que tuvo lugar a dos kilómetros del poblado de Mezillas.
También fue asesinado el director del hospital de la Mujer, doctor Julio Cesar Monarrez Madrid, quien fue atacado, al parecer por dos hombres armados, los cuales lo sorprendieron cuando llegaba a su hogar.
Durante la madrugada de ayer, una enfrentamiento que al inicio parecía que se había dado entre elementos de la Policía Federal Preventiva y presuntos sicarios, culminaron con la muerte de uno de los elementos y tres presuntos responsables.
Por la tarde, el agente investigador Marco Favio Zavala Quintero, informó que los tres sujetos que murieron fueron identificados y dos de ellos eran estudiantes.
Mientras tanto, a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) acudieron familiares y amigos de los jóvenes que murieron en el enfrentamiento a balazos, clamando justicia y llamando a los agentes de la PFP “asesinos, asesinos, los sicarios resultaron simples estudiantes”.