Ya fue separado de sus funciones el sacerdote Enrique Vargas Duarte, detenido en Cuencamé por la presunta comisión del delito de abusos deshonestos en agravio de un niño de 12 años, informó la Arquidiócesis de la Iglesia Católica en Durango.
Ayer, la cúpula eclesiástica de Durango tuvo una maratónica sesión encabezada por el arzobispo Héctor González Martínez, donde se analizarían todos los detalles del hecho para tomar una decisión sobre este presunto caso de pederastia que se le imputa a un presbítero.
Según la información obtenida, los miembros del presbiterio duranguense discutieron la posibilidad de que el propio titular de la Arquidiócesis, monseñor González Martínez, emitiera este sábado un comunicado o mensaje, o incluso que ofreciera una rueda de prensa para fijar la postura de la Diócesis ante estos hechos.
El Siglo de Durango informó en su edición de ayer la detención de Vargas Duarte, párroco de la iglesia de San Antonio de Padua del municipio de Cuencamé, en plena flagrancia cuando presuntamente cometía el delito de abusos deshonestos en agravio de un infante de 12 años.
Los hechos sucedieron el miércoles en la carretera Cuencamé-Durango. Elementos de la PFP se acercaron al vehículo de Vargas, aparcado a un costado de la carretera, y procedieron a detenerlo pese a que al parecer el presbítero se identificó como tal y les suplicó libertad.
El vocero de la Arquidiócesis de la Iglesia Católica en Durango, Víctor Manuel Solís Quiroga, dejó claro que la institución clerical lamenta los hechos y ha tomado la decisión de cesar de sus funciones parroquiales al sacerdote mientras concluyen las investigaciones.
?El padre en el lenguaje legal es un presunto actor de un delito en estos momentos. Aunque la Iglesia ya está tomando cartas en el asunto. Si se llega a comprobar, ha sido claro el papa Benedicto XVI en cuanto a que en la Iglesia no hay lugar para curas pederastas?, dijo.
Solís Quiroga expresó que en este caso en particular se ha aplicado la ley penal por parte de las autoridades civiles en la etapa que corresponde a la integración de una averiguación, pero, de cualquier forma el sacerdote de Cuencamé ha dejado de ejercer sus funciones desde que se conoció el hecho.
?? Si se concluye en la investigación policiaca que es culpable, no habrá miramientos para nadie? Ningún sacerdote estará por encima de la ley?, señaló al reiterar que es lamentable la noticia pues consterna a la Iglesia misma, a los fieles y a la sociedad en general.
Comunicado
Por medio de un comunicado de prensa, el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, argumenta que el párroco sólo tocaba la cabeza del adolescente cuando fue detenido de una manera ?brusca y grosera?, siendo Enrique Vargas Duarte inducido a reconocer su culpabilidad.
?La mamá del adolescente y el mismo niegan que haya sucedido lo que se informó en los medios de comunicación?, reitera, por lo que el párroco deberá esclarecer su caso en el orden civil, ?de lo cual estaremos al pendiente para proceder conforme a derecho?.