Regina Isabel Garduño Álvarez Tostado arribó al Templo de Nuestra Señora de los Ángeles escoltada por sus padres, Jesús Francisco Garduño Vargas y Virginia Álvarez Tostado de Garduño, para ser desposada por su prometido Gabriel Rodolfo Cárdenas Aguirre, quien anhelosamente la esperaba en el altar junto a sus papás Rodolfo Gabriel Cárdenas Miravete y Amparito Aguirre de Cárdenas.
Los novios recibieron el sacramento del Matrimonio a manos del sacerdote Gilberto Caldera Carranza, quien les dirigió dulces palabras durante el sermón.
El cortejo nupcial se conformó por: Adriana Cárdenas Aguirre, Rafael y Coqui Álvarez Tostado , Heriberto Aguirre Arreola y Coni Garduño, Alejandro Martínez y Ana Virginia Garduño, Elías Mercado y Blanca de Mercado, Jenny Vargas Aguirre y Adrián Cárdenas Aguirre.
Así mismo, Argentina Quiñones, Alejandra Tinoco, María Engracia Herrera y Minerva Castro fungieron como damas de honor.
Las pequeñas Diana Herrera Veloz y Regina Guerrero figuraron como meninas, mientras que Jesús Alejandro Bradley Álvarez Tostado, Rafael Vinicio y Marcelo Guerrero fueron los pajecitos.
Consumada la ceremonia religiosa los invitados se desplazaron a la Casa Club del Campestre, donde fueron gratamente recibidos por Regina Isabel y Gabriel Rodolfo, quienes dieron una cálida bienvenida a sus seres queridos al entrar al recinto.
Reunidos los asistentes, los novios unieron sus vidas por las leyes civiles a cargo de la juez Margarita Bravo, quien celebró una conmovedora ceremonia en la que invitó a los padres y testigos de ambos contrayentes a participar en el rito dirigiéndoles tiernas palabras.
Como testigos de la unión estuvieron: José Álvarez Tostado, Marcelo Guerrero, Jorge Alberto Bradley y Sixto Garduño.
Posteriormente, los presentes brindaron con champaña por la felicidad de los novios, quienes bailaron su canción favorita para luego seguir con el vals tradicional que compartieron con sus padres y familiares.
Se sirvió una exquisita cena en la que se ofrecieron escalopes de res rellenas, pechugas de pollo rellenas a la parisina para escoger, acompañadas de raviolis italianos y judías verdes con salsa armandini, complementados con vino tinto y blanco para beber, para cerrar con broche de oro se repartió el ansiado pastel de almendra.
Al terminar el banquete los solteros y solteras de la fiesta participaron en la divertida “viborita” en la que atraparon el ramo y la liga.
Los invitados disfrutaron de una maravillosa noche de convivencia y diversión bailando al son del grupo de música en vivo que amenizó la velada repartiendo variados y coloridos artículos de animación, incluyendo pantuflas para los más bailadores.
Al terminar la celebración los invitados llevaron a casa simpáticos antifaces de dormir como recordatorios.