Un movimiento discriminatorio internacional llegó a Durango. Jóvenes conocidos como “emos” fueron agredidos ayer por bandas y pandillas en diversos puntos de la ciudad capital, situación que provocó una intensa movilización policiaca, aunque los ataques también se registraron en por lo menos tres estados más del país y el Distrito Federal.
Al menos 80 jóvenes detenidos y por lo menos dos lesionados (según el reporte oficial) fue el saldo que arrojaron riñas en diversas partes de la ciudad. En algunos momentos los elementos policiacos parecían no darse abasto con la cantidad de reportes de enfrentamientos. En la Plaza de Armas y Paseo Durango los conatos de bronca causaron expectación por la cantidad de jóvenes reunidos.
A nivel nacional se dio a conocer que mensajes electrónicos anónimos convocaban a agredir a los “emos” en el Distrito Federal, Puebla y Querétaro. “A la bola los invitamos para que vayan a golpear a los ‘emos’ en los lugares que más frecuentan. Vamos a encontrarnos en las calles para que aprendan a no estar en donde no merecen”, señalan los mails.
ANTECEDENTE
El término “emo” surgió en los años 80 para definir al género musical derivado del “hardcore punk”. En la actualidad el término es utilizado para definir un grupo de personas, formado en su mayoría por adolescentes, que se caracterizan por un estado general de melancolía que expresan a través de su físico y tienen prácticas de flagelación.
La imagen externa de quienes se consideran “emos” se caracteriza por colores oscuros en la vestimenta, sobre todo negro, combinado con otros colores en rayas, cuadros y rombos, pantalones entubados mostrando los boxers y tenis cuadriculados.
Además, se tiñen el pelo de negro o rojo y con él cubren el ojo derecho o la cara entera, se perforan el labio o la ceja izquierdas y, ambos sexos, se maquillan con negro, rojo o rosa la línea de los ojos.