Un día después de que un comando armado atacó el edificio de la Dirección de Protección y Vialidad de Lerdo, la ciudad despertó sin policías municipales ni de Tránsito, pues los agentes se fueron a huelga durante medio día para exigir mejores condiciones salariales y de equipo.
Elementos del Ejército y las fuerzas federales tomaron el control de la seguridad en la ciudad, mientras se esparcieron rumores de que un comando armado llevaría a cabo otro ataque, lo cual resultó falsa alarma. A las dos de la tarde, la mayoría de los policías y agentes de vialidad regresaron a trabajar, pero hubo varias renuncias.
Entre la noche del lunes, tras el asesinato de cuatro policías municipales, y la mañana de ayer se presentaron renuncias verbales de agentes, pero el Ayuntamiento de Lerdo no pudo cuantificar el número de deserciones.
“Con los hechos que han acontecido, pues muchos de ellos tienen algo de temor, son humanos”, dijo Carlos Aguilera, alcalde de Ciudad Lerdo, quien no había aparecido en público desde ayer. Rechazó cualquier nexo con el crimen organizado y dijo que la Procuraduría de Justicia de Durango investigará si los agentes asesinados el lunes estaban inmiscuidos en algún grupo criminal.
Protesta
Por la mañana, unos 60 agentes se congregaron en la plaza de Lerdo, frente a la Presidencia Municipal. Pasadas las 9:30, Aguilera salió a dialogar con los agentes, que exigían armamento, aumento en la póliza de seguro y aumento salarial, pues algunos ganan unos 1,500 pesos a la quincena.
“Tenemos una situación”, dijo Aguilera, y advirtió que un comando armado en 12 camionetas se dirigía al centro de Lerdo. “Que vengan”, desafiaron algunos agentes. “Si ya nos mataron a cuatro”.
Aguilera permaneció unos 10 minutos con los agentes cuando llegó la noticia de que se acercaba el comando, así como un convoy de soldados y policías federales. Los policías municipales se dispersaron por la plaza y Aguilera y otros funcionarios entraron en la Presidencia.
Elementos del Ejército y la Policía Federal acudieron al centro. El edificio de la Presidencia quedó bajo resguardo militar y algunos policías municipales, mientras que dos unidades militares y la Policía Federal inició el patrullaje de la ciudad. Los rumores resultaron falsos.
El director de Recursos Humanos de Lerdo, Miguel Chacón Silva, reconoció que esperan más renuncias de agentes policiacos, pero en cuanto a las demandas de los policías, señaló que eso depende del dinero disponible.