Espectacular balacera se registró ayer en la tarde en un domicilio de la colonia José Revueltas donde quedaron muertos un elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y un presunto narcotraficante; además, resultaron dos agentes de la misma corporación y otro civil, mismos que fueron trasladados de inmediato al Hospital General por paramédicos de la Cruz Roja. Una de las versiones señala que los policías fueron a catear la vivienda porque ahí vendían droga; sin embargo, testigos aseguraron que los oficiales estaban “pisteando” con los supuestos delincuentes cuando se generaron los disparos.
Adentro de la casa marcada con el número 200 de la calle Primero de Mayo, en la colonia citada quedaron muertos con varias heridas producidas por proyectil disparado por arma de fuego el policía de la AFI Martín Antonio Narváez Pérez, de 32 años, aproximadamente, y el presunto delincuente Miguel Ángel Cabañas Hinojosa, de alrededor de 35 años de edad.
Además, los paramédicos de la Cruz Roja llevaron al Hospital General heridos de bala a los agentes de la AFI Juan Carlos Gallegos Romero, de 26 años, y a Enrique Niño de León, de 37, además de un civil de nombre José Misael Gurrola, de 22.
DETALLE A DETALLE
Minutos después de las 14:00 horas de ayer los vecinos de las calles Primero de Mayo y 24 de Mayo, de la colonia José Revueltas, salieron de inmediato de sus casas para ver qué pasaba pues escucharon por lo menos una veintena de disparos y en la casa marcada con el número 200, ubicada en la esquina de las calles mencionadas.
Lo primero que vieron fue a unas señoritas que realizaban su trabajo como vacunadoras de la Secretaría de Salud, que buscaban dónde esconderse pues los presuntos asesinos desde afuera de la casa estaban disparando y gritando; inclusive, el vidrio del carro de las enfermeras fue estrellado por un impacto de bala.
Asimismo, vieron cómo un sujeto con una pistola en la mano se regresó hacia el patio de la casa mencionada y todavía le hizo más disparos a uno de los sujetos que estaban tirados.
Aseguran que la balacera fue en dos tiempos y que uno de los que inició con los disparos es un elemento policial.
SITIARON EL LUGAR
De inmediato agentes de todas las corporaciones policiacas se presentaron en el lugar de los hechos e hicieron un operativo para catear las casas aledañas pues se escuchaba el rumor de que algunos de los participantes en la balacera se habían escondido en las azoteas.
Policías corriendo por todos lados, “dándole carro” a sus rifles para estar preparados en caso de que los delincuentes abrieran fuego, “reventaron” varias casas y de una de éstas sacaron a un sujeto por la responsabilidad que le resulte pues se le apreciaban huellas de sangre en su ropa.
Llegó un momento en que los elementos de la AFI se adueñaron de la situación y eran los que recorrían la calle de un lado para otro queriendo encontrar a los asesinos sin saber a ciencia cierta qué es lo que estaban buscando, pues aprehendieron a dos sujetos que pasaban por ahí creyendo que eran los delincuentes pero al parecer no tenían nada que ver.
Minutos después detuvieron a otros dos sujetos que parecía que andaban de “amanecida” y supuestamente eran agentes policiacos que se juntaban con los dueños de la casa donde se generaron los disparos.
LA ESCENA DEL CRIMEN
Mientras todo el operativo para hallar culpables se realizaba afuera de la casa, adentro los agentes del Ministerio Público y de Servicios Periciales recogían los casquillos e iniciaban la investigación, habiendo encontrado más de 20 cascajos percutidos de diferentes calibres.
Había una pistola calibre .9 milímetros propiedad de la corporación federal tirada en el suelo a un costado de los cuerpos; también se reportó una .45 en una escalera y una .357 que quedó en la mano del occiso que respondía al nombre de Miguel Ángel Cabañas.
Los agentes de la Procuraduría estatal comentaron que dentro de uno de los cuartos estaba un niño de 14 años quien había ido a esa casa a llevar un encargo y que cuando inició la balacera uno de los occisos lo aventó hacia adentro de un cuarto para que no le tocaran los disparos.
En el lugar encontraron una bolsa pequeña con marihuana y lo que llamó la atención es que entrando a la vivienda había un altar en el que le rendían culto a Jesús Malverde, personaje nacido en Durango y que tiene una capilla en Sinaloa en donde los narcotraficantes lo han adoptado como el santo de los narcos.
CONTRADICCIONES
Una de las versiones que dejaron correr los agentes federales fue que los elementos de la AFI llegaron al domicilio para hacer un cateo y cuando pretendían ingresar fueron recibidos a balazos por lo que repelieron la agresión y se armó el fuego cruzado.
Sin embargo, vecinos de esa colonia y algunos testigos comentaron que los agentes de la AFI ya estaban ahí desde hacía varias horas; es más, comentaron que estaban ingiriendo bebidas embriagantes con los presuntos delincuentes desde la noche anterior y que ya habían tirado balazos en la madrugada.
La Procuraduría estatal sólo llevó a cabo el peritaje para dar fe de los decesos pero debido a que se vieron implicados agentes de la AFI en la balacera se dijo que la investigación la atraería la Procuraduría General de la República (PGR) por lo que no proporcionaron más datos sobre el siniestro, siendo hasta el día de hoy cuando se espera que la instancia federal proporcione los datos reales y los avances en la investigación para saber si sus agentes estaban relacionados con los delincuentes.