Desde las primeras horas de ayer, dos hechos vinculados con el crimen oganizado y una falsa alarma de bomba estremecieron a los duranguenses. Ante la inseguridad que insiste en arraigarse en Durango, las opiniones de diversos sectores coinciden en que la violencia está fuera de control y que no se pueden calificar como hechos aislados los atentados y ejecuciones.
La mañana de este martes, el pánico envolvió a la ciudadanía cuando se reportó a las autoridades la presencia de dos artefactos explosivos en diferentes sitios; primeramente, se notificó que en una empresa de maquinaria pesada, ubicada en las inmediaciones de la Policía Federal Preventiva (PFP), habían lanzado una granada y minutos después se dijo que en la Escuela Miguel Hidalgo habían dejado una mochila al parecer con una bomba; sin embargo, sólo en el primer evento se logró asegurar una granada, sin que se haya suscitado alguna explosión.
Lo que sí tuvo consecuencias fue la granada que a las 0:05 horas se arrojó a una patrulla de la Dirección Estatal de Investigación (DEI). La explosión despertó a los vecinos de la colonia Valle del Guadiana, lo que generó un fuerte operativo de diversas corporaciones y elementos del Ejército Mexicano.
Con el suceso de la colonia Valle del Guadiana, suman en el año cinco los ataques directos a la Procuraduría General de Justicia del Estado, siendo el más lamentable por las tres vidas que cobró el del 4 de junio de Villa Unión, Poanas.
Los representantes populares emanados de diferentes partidos coincidieron al señalar que la situación se ha salido de control y que la violencia va en aumento. Y hay quien señala que prevalece la corrupción al interior de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
El vocero de la Arquidiócesis de Durango, Víctor Manuel Solís, señaló que los hechos violentos que se presentan en la entidad, desde hace meses, demuestran que existe una inseguridad generalizada en el país y que en los estados no son situaciones aisladas.