Ante la suspensión este jueves, de las obras de Restauración de Playas en Cancún, el alcalde de Benito Juárez, Gregorio Sánchez, estalló en contra del Fideicomiso de Recuperación, Mantenimiento y Sostenimiento de Playas de Quintana Roo, que dio la instrucción de detener el proyecto, acusando que "es una farsa".
"Quien debe parar los trabajos es el Fideicomiso, yo soy parte del Fideicomiso y nadie nos consultó, entonces el Fideicomiso es una farsa, el Fideicomiso es una farsa; aquí es una situación dictatorial y aquí es ‘o se hace esto o se hace el otro', entonces para que se hace el Fideicomiso, para qué todo el rollo, para qué la farsa", expresó.
El edil declaró que la cancelación de las obras debió ser una determinación colegiada y no de "una persona", como dijo que sucedió.
No se convocó a una reunión para someter a consideración si los trabajos debían o no suspenderse y, menos aún, se tomó en cuenta la opinión del propio municipio, que al igual que Solidaridad y Cozumel, forman parte del magno proyecto y, por tanto, del citado Fideicomiso.
"Quiero aclarar que el Fideicomiso lo componen más de siete personas; estamos los
presidentes municipales (Benito Juárez, Solidaridad y Cozumel), el gobierno del estado, el gobierno federal, los hoteleros y las instituciones."
"La pregunta es, el Fideicomiso, no se nos ha citado, entonces quién está cancelando las obras, es una persona, no el Fideicomiso de Playas; el gobierno municipal ha actuado responsablemente, ha firmado todos los documentos en tiempo y forma, pero no podemos firmar un documento si nuestro equipo jurídico está de vacaciones", sostuvo.
El munícipe reiteró que el lunes pasado le llevaron una serie de documentos para estampar unas firmas faltantes, y que al día siguiente le pusieron un ultimátum para signarlos, pues de lo contrario, el proyecto en Cancún sería cancelado.
Aseguró que pidió un plazo, que no le concedieron, y rechazó nuevamente ser responsable de las consecuencias que tendrá para este centro turístico la paralización de las obras de restauración de arena, suspendidas oficialmente a las 10 horas de este jueves, cuando llevaban 6.5 kilómetros, en los que se habían colocado 3 millones de metros cúbicos de arena. El espigón de 300 metros de longitud que evitaría la fuga de sedimentos a los arrecifes, quedará también inconcluso.
Este proyecto tiene un costo total de casi mil millones de pesos. Las obras en Cancún costarían 630 millones, de los cuales el ayuntamiento debía aportar 230 millones de pesos, para el depósito de 5.2 a 5.9 millones de metros cúbicos de arena en 11 kilómetros de playa.
El organismo aseveró que se agotaron los recursos procedentes del gobierno federal y estatal para sufragar la obra, quedando sólo pendientes los 230 millones de pesos comprometidos por el alcalde Gregorio Sánchez.
"Si alguien quiere boicotear, si alguien quiere dañar la imagen de Cancún, no será el presidente municipal y no nos hacemos responsables del daño que se causará a Cancún por cancelar la obra", señaló.
En esa tesitura, consideró que si el tema es político y se intenta lastimar a su administración, en todo caso, la institución que queda "mal parada" con lo sucedido es la Sectur, que preside el Fideicomiso y que lleva la responsabilidad de las playas.
"La responsabilidad de las playas es de Sectur, para eso está Sectur; Cancún no es de los ciudadanos, es de todos los mexicanos y, ante el mundo, aquí la que va a quedar mal parada es la Sectur", subrayó.
Al mismo tiempo, apeló "a la buena voluntad, a la experiencia de Rodolfo Elizondo, que es el secretario de Turismo".
"Apelo a su profesionalismo par que este asunto siga adelante. Yo sé que es un hombre inteligente y con mucha experiencia y no se dejará llevar por chismes o terceras personas que quieren dañar la imagen de Cancún", manifestó.