Un estreno a lo grande para un gran filme. Cinépolis se vistió de gala para terminar con el pacto que Durango y la 20th Century Fox hicieron desde hace más de un año.
Alfombra roja, faros y pantallas recibieron con bombo y platillo a Justin Chatwin, protagonista de Dragon Ball Evolución; James Wong, director; Juan Carlos Lazo, director general de Fox Latinoamérica; y Tim Van Rellim, productor del filme, además de las autoridades locales, municipales y estatales.
La sala estaba a su máxima capacidad, incluso algunas personas convirtieron los escalones en asientos para poder ver, por primera vez en toda Latinoamérica, el filme que ha arrasado con las taquillas de Tokio y otras partes de Asia, de donde proviene la historia de las esferas del Dragón.
Al entrar a la sala los pequeños se amontonaron para tomarse una foto con Gokú (Justin Chatwin), quien amablemente concedió autógrafos e imágenes a todos los que se acercaron con él.
Al iniciar el protocolo de autoridades, la primera en hablar fue Susana Elósegui Cross, titular de Turismo del Estado, quien con la sonrisa que le caracteriza dio la bienvenida a los personajes foráneos y les agradeció confiar en Durango para este proyecto tan importante.
Emoción
James Wong se disculpó en español por no dominar el idioma hispano, pero no dejó de mostrar su respeto por este estado, así como a su Gobernador y a la gente de Fox. Luego de dar una breve reseña, pasó la estafeta a Juan Carlos Lazo, quien manifestó el orgullo de la compañía que representa por hacer de Dragon Ball un éxito más rodado en la Tierra del Cine; así mismo aseguró que contemplan a Durango como un sitio privilegiado no sólo para cintas de acción y western, sino para todos los géneros existentes.
Tim Van Rellim glosó en inglés y español el orgullo de ver terminado un proyecto de esta magnitud que se ha dado desde hace tanto tiempo.
Finalmente Ismael Hernández Deras felicitó a todos los presentes por este arduo trabajo y les reiteró que en todo el estado y en este país son bienvenidos siempre que quieran visitarlo.
Los aplausos terminaron con la parte teórica y entonces vino la práctica, las luces se apagaron, se terminaron de entregar los refrescos y palomitas de cortesía y la fanfarria de la Fox se llevó los últimos sonidos de la sala. El filme comenzó con escenas de Mexiquillo y se desarrolla entre una realidad futurista y otra antiquísima. Ver rostros conocidos entre los extras o los parajes del estado hace sentir un orgullo enorme al saber que gente de todo el globo es capaz de observar algunos de los sitios más bellos del estado.
Al final una breve recepción terminó con el evento y los niños, que eran mayoría, salieron tirando patadas y al estilo “sayayín”.