En la madrugada del 4 de mayo se registró un sismo en Venezuela que generó pánico entre la población. La televisora Globovisión suspendió su programación para dar a conocer lo acontecido. Citó al Servicio Sismológico de los Estados Unidos para señalar la intensidad, de 5.4 grados en la escala de Richter, y el lugar del epicentro. Difundió también información de reporteros sobre los daños. Ninguna otra televisora dejó de retransmitir el maratónico programa "Aló presidente" de Hugo Chávez.
Tras un exhorto de la Asamblea Nacional, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) inició un proceso contra Globovisión y su director Alberto Federico Ravell. La acción se basaba en un artículo de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que sanciona a quienes "promuevan, hagan apología o inciten a alteraciones del orden público". La televisora no debió haber informado sobre el sismo, se dijo, en tanto el Gobierno no lo hiciera público de manera oficial.
Son ya cinco los procesos que el Gobierno de Hugo Chávez ha iniciado en contra de Globovisión, la única televisora independiente que queda en Venezuela. Como la actual legislación requiere sólo de tres de estos procesos administrativos para suspender las transmisiones de una emisora, todo parece indicar que el Gobierno de Chávez se está preparando para incautar Globovisión, como lo hizo con RCTV, la televisora con mayor público del país, el 27 de mayo de 2007. Por lo pronto ayer, 3 de agosto, un grupo de simpatizantes de Chávez asaltó con gases lacrimógenos las instalaciones de Globovisión.
Este domingo 2 de agosto el Gobierno venezolano tomó el control "temporal" de las dos mayores empresas productoras de café. ¿Por qué lo hizo? Porque hay escasez de café. ¿Y por qué hay escasez? Porque desde hace años el régimen mantiene congelados los precios a pesar de que el país sufre una inflación de cuando menos 30 por ciento al año. Chávez, de hecho, parece haber provocado la escasez con el propósito de confiscar las empresas. Es lo mismo que ha hecho con una amplia gama de compañías en la cada vez más maltrecha economía venezolana.
Un día antes, el sábado 1ro de agosto, la Conatel retiró la autorización de transmisión a 34 radiodifusoras privadas. Su Gobierno ha anunciado que el retiro de permisos alcanzará a 240 emisoras de las 285 emisoras de radio y televisión que existen en el país. Con esto el presidente tendrá un control absoluto de la radio y la televisión. Las únicas emisoras que no están siendo incautadas son aquellas que obedecen ciegamente al régimen.
El pasado 30 de julio el Gobierno de Chávez presentó una iniciativa de Ley Especial de Delitos Mediáticos para establecer una censura generalizada en todos los medios de comunicación del país, tanto electrónicos (incluido el Internet) como impresos. La nueva Ley convertirá en un crimen, con pena de hasta cuatro años de cárcel, la difusión de información que atente contra la estabilidad de las instituciones del Estado, la paz social, la seguridad e independencia de la nación, la salud mental o moral pública y el orden público. Se sancionará también a quienes publiquen "noticias falsas" que generen sensación de impunidad o de inseguridad. El Gobierno decidirá qué información es falsa y cuál no.
Chávez, quien originalmente accedió al poder en una elección, continúa el proceso de establecer una dictadura en Venezuela. Mucha gente argumenta que un régimen es legítimo sólo porque fue electo. Olvida, quizá, que Adolf Hitler llegó el poder en Alemania en 1933 por un proceso democrático.
El presidente Felipe Calderón recibe hoy con brazos abiertos al depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya, quien con el respaldo de Hugo Chávez había iniciado también un proceso para establecer una dictadura en Honduras. Mientras tanto, calla ante el establecimiento de una dictadura en Venezuela.
"Qué afortunado para los líderes que los hombres no piensen".
Adolf Hitler