Su rostro es inconfundible y todos se alegran de verla cuando se trata de un billete de 200 pesos, pero en realidad pocos son los que conocen a ciencia cierta la verdadera grandeza de Sor Juana Inés de la Cruz, una de las figuras más representativas de la literatura mexicana y símbolo del feminismo a nivel hispanoamericano.
De tal manera, sobra mencionar la importancia de que las nuevas generaciones se acerquen y se dejen cobijar por su legado, por tal motivo el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), en coordinación con la Biblioteca Central José Ignacio Gallegos Caballero, realizó una peculiar mesa de comentarios en la cual la niñez duranguense fue protagonista.
NIÑA PRODIGIO
Fue ayer en punto de las 11:00 horas cuando un grupo de pequeños entusiastas lograron adentrarse en el fascinante mundo de la legendaria escritora mexicana, pero más importante aún, identificarse con ella a través de su historia, pues cabe recordar que Juana Inés de Asbaje y Ramírez habría de expresar su amor por los libros a muy temprana edad.
Según los historiadores, Sor Juana fue una niña prodigio, aprendiendo a leer y a escribir cuando tenía apenas tres años de edad y a los ocho escribió su primera loa (breve composición dialogada en verso).
BUENA RESPUESTA
De esta manera las instalaciones de la Biblioteca Central fueron las encargadas de albergar el mencionado evento, mismo que contó con un excelente nivel de convocatoria y ofreció un recorrido a través de las obras más representativas de Sor Juana Inés de la Cruz de una manera interactiva y por demás entretenida.
Lo anterior sin lugar a dudas sería la clave para que los invitados asimilaran a plenitud los beneficios de la literatura en general.
Sor Juana Inés de la Cruz es considerada como la mayor figura de las letras del siglo XVII, admirada siempre por su talento y precocidad literaria e ideológica.
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