Las protestas por las interrupciones en el servicio de energía eléctrica provocaron el martes una nueva víctima mortal, subiendo a tres la cifra desde que hace una semana los dominicanos comenzaron una serie de manifestaciones.
El muerto fue identificado como Antonio Manuel Santos, de 23 años. Dos periodistas que cubrían los hechos resultaron heridos a bala. La policía informó que investiga las circunstancias en que Santos resultó muerto durante las protestas en Bonao, 80 kilómetros al norte de la capital.
La falta de hasta 14 horas diarias de energía eléctrica trastorna la vida de los dominicanos y el aparato productivo con pérdidas que anualmente llegan a los mil millones de dólares, según cálculos del Consejo Nacional de la Empresa Privada.
Las protestas se desarrollaron sin cesar a pesar de los intensos aguaceros que cayeron en Bonao durante el día. Los manifestantes tiraron a las calles neumáticos, árboles, piedras y otros objetos. Pobladores de al menos una docena de comunidades han escenificado protestas similares en los últimos días.
La policía asegura que dispersa los grupos de manifestantes con gases lacrimógenos y acciones preventivas.
José Espinal, el vocero del Frente Amplio de Lucha Popular, el grupo que ha coordinado las protestas, dijo que seguirán ''hasta que los apagones terminen y el gobierno solucione el problema de una vez por todas''.
El gobierno prometió que los apagones se reducirán al mínimo en los próximos días.
Los apagones se producen debido en gran parte al cese en la generación de las productoras del sector privado, que alegan falta de pago por parte del gobierno, que es el responsable de la distribución y cobro de la energía.
Según las generadoras, el gobierno les adeuda unos 425 millones de dólares.
Además de las deudas, el sistema energético dominicano genera 2 mil 100 megavatios pero la demanda es un 30% superior.