Especialistas de la Escuela Dietética Nacional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) advierten que debido al consumo excesivo de refrescos, se ha incrementado el riesgo de padecer no sólo enfermedades crónico degenerativas como sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión, sino además osteoporosis, gastritis, insomnio, caries, problemas renales y alteraciones en el sistema nervioso.
Comentaron que durante las reuniones familiares, los fines de semana con los amigos, o simplemente con los compañeros de trabajo, es muy común en los hogares mexicanos acompañar los alimentos con el refresco de su preferencia.
Destacaron además que este hábito forma parte de los nuevos estilos de vida de los mexicanos, que provocan que las enfermedades crónico degenerativas ya estén presentes en niños y jóvenes. Aseguraron que si el problema continúa, no falta mucho para que México se sitúe como la primera nación consumidora de este producto.
Dijeron los médicos del ISSSTE que el exceso en el consumo de los componentes de las bebidas gaseosas puede perjudicar distintos órganos del cuerpo: el azúcar incrementa la posibilidad de padecer sobrepeso y obesidad así como favorecer el desarrollo de caries, incluso en niños que aún no tienen dientes. El fósforo minimiza la absorción del calcio en los huesos, lo cual predispone la aparición de osteoporosis y/o el desarrollo de piedras en los riñones (litiasis renal), el sodio puede desencadenar hipertensión arterial, y la cafeína altera el sistema nervioso, ocasionando insomnio.