Las adicciones en centros de trabajo ligados a la función pública han ido creciendo a la par del desgaste laboral agudo, o síndrome de "burnout". Actualmente hasta un 30 por ciento de trabajadores de sectores como los de la Salud, Educación y Seguridad, sufren ese tipo de estrés.
Eso ha llevado, de acuerdo a estudios realizados por el Instituto de Salud Mental (Ismed), a que se de un consumo desmedido de sustancias psicotrópicas por automedicación para disminuir el desgaste; también se mantiene a la alza el consumo de marihuana para incrementar la productividad.
Además, según explicó el director del Ismed, Manuel Salazar Enríquez, hoy predomina el cafeinismo y tabaquismo en gran parte de centros de trabajo; a veces representa el inicio para el consumo de otras sustancias.
En policías y militares detona las adicciones en su constante contacto con hechos violentos; otros, como los médicos, se ven agobiados por los intentos de extorsión. A los maestros les estresa la violencia y el bullying.
Las primeras señales de desgaste laboral son: actitud fría y despótica, falta de motivación, irritabilidad y quejas constantes sin razón.